EL ARTE DE INFLUENCIAR
1 Libro Autor Tommy Spaulding
Editor Obelisco
PRIMERA EDICIÓN
LIBRO POR ENCARGO
CÓMO PROVOCAR UN IMPACTO DURADERO Y QUE CAMBIE
TU VIDA EN TUS INTERACCIONES COTIDIANAS
Los
investigadores creen que una persona corriente influirá sobre hasta
80,000
personas –es decir, 2,8 personas al día– tanto positiva como negativamente a lo
largo de su vida. Si prestáramos atención a este hecho, ¿qué haríamos de manera
diferente?
¿Actuaríamos
de manera distinta?
¿Serían
también diferentes nuestras interacciones con familiares, amigos y colegas?
¿Acaso dedicaríamos más tiempo a centrarnos en las personas que tenemos delante
y menos en las redes sociales y los teléfonos móviles? Tommy Spaulding cree que
la respuesta es sí… Spaulding aborda el tema de la influencia y el impacto en
esta guía práctica que es a la vez convincente y profundamente personal
El
autor: Tommy Spaulding; explora cómo podemos ser más conscientes y efectivos a
la hora de ejercer la influencia que cada uno de nosotros tiene sobre los
demás: en nuestras profesiones, en las interacciones cotidianas y en las
relaciones que cultivamos a lo largo de la vida
Compartiendo
historias de líderes excepcionales con los que ha trabajado a lo largo de los
años, desde empresarios que han tenido un impacto que va mucho más allá de sus
negocios hasta un profesor que cambió la vida de treinta estudiantes con una
simple lección, Spaulding nos ofrece una receta sencilla para transformar las
transacciones en interacciones
Su
libro: EL ARTE DE INFLUENCIAR; es un manifiesto
sobre las acciones cotidianas que podemos llevar a cabo para influenciar
positivamente en las personas que queremos y lideramos. El arte de influenciar
ofrece algo más que «pensamientos y oraciones» a las personas necesitadas y
transforma nuestras vidas
PRÓLOGO
CINCUENTA
CARTAS
Cincuenta
y un días antes de mi quincuagésimo cumpleaños, viajé con Southwest Airlines
con destino a Denver. Fue un vuelo muy movido y la señal del cinturón de
seguridad se mantuvo parpadeando. Cuando iniciamos el descenso, nos topamos con
una zona de turbulencias y el avión descendió unos centenares de pies. El
equipaje cayó, las bebidas se derramaron y los pasajeros gritaron. Como mucha
gente en estas situaciones, me puse a rezar. Salvo que no rezaba para que el
avión se recuperara su altitud, sino para que se estrellara
Quería
dejar de vivir. Si el avión hubiera caído, mi familia hubiera conseguido un
buen acuerdo con el seguro y yo podría haber tenido una muerte digna sin que
nadie supiera lo dolorosa que se había vuelto mi vida. Pero el 737 consiguió
estabilizarse y aterrizamos sanos y salvos en Denver. Mientras observaba a los otros
pasajeros desabrocharse los cinturones de seguridad, enviar mensajes de texto a
sus seres queridos y continuar con sus vidas, sentí una terrible ola de
vergüenza. Un accidente de avión habría resuelto mis problemas, pero los otros
pasajeros del avión no deseaban morir. Los problemas de una persona no valen la
vida de cien personas inocentes
La
verdad es que en ese momento había perdido toda esperanza. No podía ver lo
bueno de las personas; sólo veía cinismo, engaño y odio
Era
el resultado de una tormenta perfecta de tres situaciones horribles que
colectivamente habían llegado al punto álgido
El
primero involucraba al exesposo de mi esposa, Jill. Cuando conocí a Jill hace
casi veinte años, estaba divorciada y tenía un hijo de tres años, Anthony. Inmediatamente
me enamoré de los dos y proponerle matrimonio sigue siendo la mejor decisión
que he tomado en mi vida
Cuando
Jill y yo tuvimos nuestros propios hijos, estaba decidido a que Anthony se
sintiera igualmente amado. También estaba decidido a incluir a su padre, Mike,
en nuestra familia
Al
principio, a Mike no le gustaba la idea de otra figura paterna en la vida de
Anthony, pero se entusiasmó conmigo. Jil y yo lo invitábamos en los cumpleaños
y otros días festivos. Mike y yo fuimos a ver partidos de hockey con Anthony.
Incluso pasamos unas vacaciones juntos en México como una gran familia. Pero a
medida que Anthony y yo nos íbamos acercando, Mike se volvió verbalmente
abusivo conmigo. Cuando las amenazas comenzaron a ser serias, llamé a la
policía y un juez dictó una orden de alejamiento de por vida: su acoso se había
vuelto muy grave. Pero el daño ya estaba hecho y la terrible experiencia llevó
a mi familia al límite
La
segunda situación involucró a una mujer con la que me había asociado para
implementar un programa de desarrollo de liderazgo para organizaciones. Tenía
mucho talento, pero después de seis meses quedó claro que nuestros valores no concedían
y me retiré del negocio. Unos meses más tarde, mi familia, mis amigos y mis
clientes más cercanos se reunieron con motivo de la publicación de mi segundo
libro, The Heart – Led Leader. Fue uno de los momentos más felicites de mi
vida, hasta que un hombre se acercó a la mesa en la que estaba firmando libros
para entregarme unos papeles. Mi antigua socia me reclamaba la mitad de todos
mis derechos de autor y honorarios de orador futuros. Su abogado me amenazaba
con arruinarme si no aceptaba. Cuando abordé ese vuelo de la Southwest, la
demanda me había costado más de cien mil dólares en abogados
Finalmente,
mientras batallaba en los tribunales, tomé la peor decisión comercial de mi
vida: compré una franquicia de una cadena de sándwiches. Tenía el sueño de
contratar a niños de secundaria desfavorecidos y enseñarles habilidades de
liderazgo en el puesto de trabajo. Lo tenía todo planeado, excepto cómo
administrar una tienda de sándwiches. La ubicación de mi tienda era horrible,
estaba ligado a un contrato de alquiler a largo plazo y en poco tiempo estaba
perdiendo más de 10,000 dólares al mes y me encontraba al borde de la
bancarrota
Esencialmente
estaba viviendo dos vidas. La primera era como Tommy Spaulding, autor de éxitos
de ventas que daba conferencias inspiradoras ante multitudes. Este Tommy
Spaulding era un experto en liderazgo con una familia totalmente estadounidense
que hacia coaching a todo el mundo, desde directores ejecutivos de la lista
Fortune 500 hasta estudiantes de secundaria. Pero, cuando las luces se apagaban
y la multitud se iba a casa, cuando los cheques se compensaban y la música se
apagaba, yo era Tommy Spaulding, el fabricante de sándwiches fallido que vivía
fuera con una maleta. Este Tommy Spaulding tenía una demanda de millones de
dólares y viajaba por trabajo 250 días al año para no tener que renunciar a su
casa o sacar a sus hijos de la escuela privada. Este Tommy Spaulding enseñaba
habilidades de liderazgo a miles de personas, luego se subía a un avión y
rezaba que se estrellara
A
la mañana siguiente de ese vuelo, estaba tumbado en la cama. Era la primera vez
en semanas que me hallaba en casa. Normalmente soy madrugador, pero me sentía
tan deprimido que era incapaz de levantarme. Mi mente estaba inquieta por todas
las cosas que tenía que hacer, todo el dinero que debía gastar en abogados,
toda la gente que me había hecho daño. Entonces sin avisar, irrumpió en la
habitación con una docena de globos. Abrió de golpe las cortinas y nos inundó
la brillante luz del sol. Mis ojos apenas tuvieron tiempo de adaptarse antes de
que me saltara sobre la cama y sonara <Bithday> de los Beatles a todo
volumen en un altavoz bluetooth
-¡Es
tú cumpleaños!- gritaba mientras bailaba encima de mí, ¡Es tu cumpleaños!
<Oh,
Dios mío> pensé, todavía medio dormido. Pensé que era yo el que estaba
perdiendo la cabeza
-Cariño,
mi cumpleaños no es hasta el 31 de agosto- dije con la voz ronca
-No, Tommy- dijo ella
mientras Paul y John cantaban <They say it´s your birthday / We´re gonna
have a good time>. Hoy
faltan exactamente cincuenta días para que cumplas cincuenta años. Y vas a
recibir hoy tu primer regalo
-¿Me
has comprado el Porsche? –bromeé
Cuando
jill me preguntó unos meses antes que quería para mi cumpleaños, le dije un
Porsche 911 plateado. No podíamos permitírnoslo, pero conducirlo por Denver con
la capota bajada era, literalmente, la única forma que podía imaginar de ser
feliz
-No-
dijo Jill, todavía saltando sobre mis piernas-. Te tengo algo mucho mejor
Entonces
se bajó de la cama, bajó el volumen de la música y me entregó una carta escrita
a mano. Y continúo hablando:
-Como
te he dicho, faltan cincuenta días para que cumplas cincuenta años. Te voy a
regalar una de éstas cada uno de estos cincuenta días. Aquí va la primera
Sentí
un peso en la boca del estómago cuando reconocí la elegante caligrafía. Era de
mi madre. Ella y yo tuvimos una relación buena pero desafiante cuando yo era
niño. Mi Madre me quería profundamente, pero tenía una manera única de
demostrarlo. Gobernaba la casa con mano de hierro y me encargaba más tareas que
a todos mis amigos juntos. Una cosa que no podía soportar era que, después de
mis fiestas de cumpleaños, arrojara una pila de papeles en blanco sobre la mesa
<Ahora
escribe una nota de agradecimiento a todas las personas que han venido a la
fiesta>, exigía. Tuve grandes cumpleaños católicos italianos cuando era
niño, así que tenía que escribir docenas y docenas de cartas. Ella las revisaba
una a una, y si alguna parecía genérica o carecía de sentimiento, tenía que
volver a escribirla
Pero
ahora, décadas después, me estaba escribiendo una carta para mi cumpleaños. Era
lo más hermoso que jamás había leído. Me explicaba cuánto me quería. Me decía
lo argulloso que se sentía de las cosas que estaba haciendo por todo el mundo y
de todas las vidas que había cambiado. Leí y releí esa carta, y cada vez lloré
más. Finalmente miré a Jill, que también estaba llorando
-Feliz
cumpleaños, cariño- dijo
Jill
me entregó otra carta cada uno de los siguientes cuarenta y nueve días. Mi
amigo Byron me dio las gracias por cambiar la vida de sus dos hijos. Mi agente
literario, Michael, me dijo que ahora es más amable con la gente gracias a mi
influencia. Mi mentor Jerry me dijo que me quería como un hijo. Mi técnico de
climatización, Russ, escribió que le había enseñado a amar profundamente.
Etcétera, etcétera. Todo el mundo me decía no sólo cuánto me querían, sino
cuánto había influido en ellos. Cómo los había ayudado a ser mejores hijos,
mejores hijas, mejores padres, mejores parejas, mejores jefes. Cómo les había
enseñado a liderar y cómo los había inspirado a servir a los demás
Ahora,
en mis peores momentos, me estaban influenciando con sus hermosas cartas. Y me
salvaron la vida
Con
cada día que pasaba, con cada carta, la niebla se disipa. Mis tres terribles
problemas parecían más manejables. Los abogados parecían menos desagradables.
Mi depresión parecía menos profunda. Ya no era el hombre que se subía a un
avión y rezaba para que se estrellará
Puede
que Jill no me hubiera regalado un Porsche plateado por mi quincuagésimo
cumpleaños, pero me había regalado algo infinitamente más importante
Me
dio El arte de influenciar
80,000
Imagina
esta escena: dentro de muchos años, después de morir rodeado de tus seres
queridos, entrarás en el crepúsculo nebuloso entre la vida y la muerte. Todavía
no estás en el cielo, sino junto a un enorme estadio
Para
mí, es el Empower Field at Mile High (Colorado), hogar de los Denver Broncos.
Para ti, tal vez sea el Lambeau Field en Green Bay (Wisconsin); el MetLife
Stadium en East Rutherford (Nueva Jersey); el Notre Dame Stadium en Indiana; el
Estadio Nacional de Beijing, o el estadio de Wembley en Londres. El recinto
está lleno hasta la bandera: 80,000 personas. Pero esas personas no están allí
para ver un espectáculo deportivo. Están allí para despedirse de ti
La
multitud murmura y se pone de pie cuando te acercas al centro del campo. Muchos
de los rostros son de personas que conoces: amigos, familiares, vecinos,
compañeros de trabajo... Pero a los demás sólo lo reconoces vagamente: antiguos
clientes y empleados, amigos de amigos, compañeros de clase, tu electricista,
el entrenador de baloncesto de tu hija, el cartero... Éstas son las relaciones
transaccionales en tu vida en las que rara vez piensas. Las personas que no
recuerdan tu nombre, pero que recuerdan cómo las trataste. ¿Estarán estas 80000
personas vitoreándote, aplaudiendo y coreando tu nombre para darte las gracias
por la influencia positiva que has tenido sobre sus vidas?
¿O
se quedarán en silencio? Peor aún, ¿la multitud abucheará y maldecirá tu
nombre?
Aquí
surge una pregunta aún más importante: si supieras, justo en este momento, que
todas las personas a las que has influenciado te estarían esperando en un
estadio al final de tu vida, ¿cómo te afectaría hoy? ¿Dirigirías y amarías de
manera diferente? ¿Tratarías a la gente un poco diferente? ¿Quizás muy
diferente?
Hace
unos años, mi programa juvenil sin ánimo de lucro, la National Leadership
Academy, organizó nuestra recaudación de fondos anual Book-n-Benefit. Siempre
presentamos un discurso inaugural de un autor superventas, y ese año invitamos
a mi amigo Jon Gordon, autor de El bus de la energía
El
poder de un equipo positivo y otros libros superventas. Adoro a este hombre, y
me encuentro entre los millones que leen religiosamente sus libros. Jon es un
orador sensacional y, como el resto de la audiencia ese día, estaba pendiente
de todas y cada una de sus palabras
Al
terminar su intervención, Jon dijo algo que me conmovió profundamente: «He oído
hablar sobre un estudio reciente que demuestra que una persona normal influirá
sobre la vida de unas 80000 personas, positiva o negativamente»
Sentí
que todo se quedó en silencio mientras asimilábamos esas palabras.
«Influenciamos a 80 000 personas en nuestras vidas». Empecé a hacer cálculos en
mi cabeza. Si divides 80,000 por la esperanza de vida media (78 años), obtienes
1025 personas afectadas al año o, lo que es lo mismo, 2,8 personas al día.
Todos los días, dos o tres personas se cuelan en tu estadio y se preparan para
animarte, abuchearte o simplemente sentarse tratando de averiguar quién eres
Puedes
elegir ser una buena influencia o puedes elegir ser una mala. Es así de sencillo.
¿Se llenará tu estadio con 80 000 vítores o con abucheos? La decisión es tuya.
Las 80 000 personas de tu estadio no recordarán cómo las manejaste o las
dirigiste. No recordarán qué productos les vendiste o qué servicios les
ofreciste. Simplemente recordarán tus acciones y tus palabras que cambiaron sus
vidas: tu legado de influencia
En
su sentido más básico, «influencia» significa tener un efecto duradero sobre el
carácter o el comportamiento de otra persona
Dicho
de otra manera, las personas en los estadios más bulliciosos, esos campos ruidosos
en los que la gente del gallinero incluso golpea las vallas y grita, son las
más influyentes. No te culpo si esa palabra te hace temblar sigue adelante y
busca en Google la palabra «influencer» y mira qué aparece
Los
principales éxitos son sitios como «Marketing de in- fluencers», «Los mayores
influencers en TikTok» o «Cómo ganar dinero siendo un influencer en las redes
sociales». En otras palabras, ser un influencer va de ganar dinero haciendo que
otras personas compren cosas. Sí, no es exactamente el mensaje más inspirador
del mundo. Tal vez si eres una de los Kardashians, tendrás un estadio lleno de
personas que han comprado productos gracias a tus publicaciones en Instagram
Pero
para el resto de los mortales, ser una persona influyente significa algo mucho
más personal
Una
de las personas más influyentes que conozco es mi esposa, Jill
Cuando
me encuentre en su estadio un día animando furiosamente, no voy a pensar en
cómo me influenció para afiliarme al Marriott Vacation Club, sino que estaré
pensando en cómo me salvó la vida con sus cincuenta cartas. La verdad es que
«influencia» se ha convertido en una palabra negativa. Se asocia con manipular
a las personas, con conseguir que hagan algo que te beneficie. Si bien es fácil
culpar a Kylie Jenner, Dwayne «The Rock» Johnson y otras estrellas de las redes
sociales a quienes se les paga millones de dólares por publicar sobre el tequila,
la palabra «influencia» se degradó mucho antes de que se inventara Instagram
El
libro por excelencia sobre la influencia es Cómo ganar amigos e influir sobre
las personas, de Dale Carnegie. Desde su publicación en 1936, el libro ha
vendido más de treinta millones de copias y ocupa el puesto número 19 en la
lista de la revista Time de los cien libros más influyentes. He hablado mucho
sobre cómo Dale Carnegie cambió mi vida, sobre cómo su libro hizo que enviara
notas manuscritas, formulara preguntas significativas, evitara conflictos innecesarios
y conectara con la gente. Me encantaba Cómo ganar amigos e influir sobre las
personas y todavía me gusta, pero a medida que iba madurando, comencé a leerlo
más detenidamente
Por
ejemplo, éstos son algunos de los títulos de
los capítulos: «Aumentar su popularidad», «Lograr que los demás piensen como
usted», «Permitirle ganar nuevos clientes» y «Aumentar su capacidad para
generar ingresos». Carnegie incluso nos enseña cómo «dejar que la otra persona
sienta que la idea es suya»
¿Ves
un patrón?
Todo
depende de ti.
¿Crees
que las 80 000 personas que llenaron tu estadio recordarán cómo las convenciste
para que pensaran como tú? Probablemente no
Te
animarán porque las ayudaste a ser mejores padres, mejores cónyuges, mejores
hermanos, mejores gerentes y líderes. Recordarán cómo las inspiraste a
convertirse en mejores seres humanos. Recordarán los tiempos en que las
quisiste y las serviste. Te vitorearán porque invertiste verdaderamente en
ellas. Necesité media vida para entender que no es lo que puedes conseguir de
esas 80 000 personas, sino lo que les das
En
mi primer libro, It’s Not Just Who You Know, escribo sobre la importancia de
construir relaciones genuinas y duraderas. Comparto que invertir
desinteresadamente en la vida de los demás es lo más importante que podemos
hacer por nosotros mismos, por nuestras organizaciones, por nuestras comunidades
y por nuestro mundo
En
mi segundo libro, The Heart-Led Leader, trato cómo los líderes auténticos viven
y lideran desde el corazón, y cómo sirven a los demás antes que a sí mismos.
Pero en los años posteriores, me he enfrentado a algunas preguntas candentes:
¿Qué
habilidades específicas necesitan los líderes para
tener
un impacto capaz de cambiar la vida?
¿Qué
hábitos practican cotidianamente?
¿Qué
decisiones tomamos inconscientemente día tras
día
que tienen un gran impacto sobre los demás?
Y
finalmente, y lo más importante, ¿cuál es el mayor legado de un líder?
La
respuesta a esa última pregunta, como probablemente ya habrás adivinado, es
la influencia. En este sentido, es fácil definir la mala influencia
Probablemente hayas tenido uno o dos jefes que hayan tratado de influir en ti a
través del dominio y la manipulación. Estas personas confían en el miedo y
la intimidación para conseguir lo que quieren
Por
otro lado, es posible que hayas tenido ese jefe que siempre ha reconocido tus
esfuerzos, nunca te ha echado el muerto encima y ha invertido en tu carrera. En
la escuela, tal vez tuviste un profesor que te dio una segunda oportunidad
después de una mala nota o que siempre hizo
que aprender resultara divertido. O un amigo que siempre ha dado la cara por ti
en tus momentos más difíciles
Algunas
personas influyentes pueden ser directores ejecutivos, entrenadores o
presidentes, pero la mayoría lleva vidas más tranquilas. Construyen relaciones
auténticas y dan sin esperar nada a cambio. Constantemente se preguntan «¿Cómo
puedo ser útil hoy?»
He
tenido la suerte de conocer a miles de personas influyentes en mi vida, la
inmensa mayoría de las cuales no has oído hablar nunca de ellas. He conocido personas
influyentes de muchas razas, géneros y orientaciones sexuales
Son
originarias de diferentes países. Algunas votan a los demócratas y otras a los
republicanos. Viven en entornos rurales y en las grandes ciudades. No tienen
casi nada en común excepto cuatro rasgos fundamentales: la capacidad de animar, abrazar, actuar y entregarse a los demás,
en otras palabras, de LIDERAR
En
los próximos cuatro capítulos, voy a contarte cuatro historias sobre cuatro
personas excepcionales que encarnan esas cualidades: un profesor de matemáticas
de secundaria, un jugador de hockey de nueve años, un líder de una pandilla y
una monja católica. No puedo pensar en cuatro personas que sean menos
parecidas, excepto en su capacidad para liderar e inspirar a otros a través del
poder de la influencia positiva
Después
de eso, profundizaremos en lo que significa LIDERAR a otros. Significa llegar
al corazón mismo de la influencia: interés, inversión e intención, o lo que yo
llamo «las tres íes de la influencia»
Ésta
es la promesa que te hago: si te comprometes a vivir una vida de influencia
positiva, ya no volverás a ver nunca más tus relaciones personales y
profesionales de la misma manera. Si te comprometes a construir una cultura de
influencia en tus equipos y dentro de tus organizaciones, serás testigo de unos
resultados y unos éxitos sin precedentes
Terminarás
cada día sabiendo que has cambiado la vida de alguien para mejor. Y como
descubrí durante los cincuenta días previos a mi quincuagésimo aniversario,
cuando estés hecho polvo, cuando la vida te haya dado limones, las mismas personas
sobre las que has influido a lo largo del camino te levantarán y te llevarán a
casa
Como
he llegado a aprender, el liderazgo no va de influencia. El liderazgo es
influencia. Las 80,000 personas que conocerás a lo largo de tu vida serán
mejores o peores según la influencia positiva o negativa que hayas tenido sobre
ellas. La decisión es tuya. Sigue leyendo: emprenderemos un viaje para comenzar
a llenar tu estadio
¿QUIÉN ES EL AUTOR TOMMY SPAULDING?
Es
el fundador y presidente de Tommy Spaulding Leadership Institute, una
organización de capacitación en el desarrollo de liderazgo con sede en Denver. También
fue presidente y director ejecutivo de la organización de liderazgo globalUp
White People. Reside en Denver (Colorado). Puedes consultar sus redes sociales
ÍNDICE:
= Portada
= El arte e influenciar
= Créditos
= Prólogo
PARTE I
CUATRO EJEMPLOS DE PERSONAS INFLUYENTES
= Animar: Treinta y seis hojas de
papel
= Abrazar: El capitán
= Actuar: El líder de la banda
= Entregarse: ¿Qué hay en tu
maleta?
PARTE II
LA PRIMERA <<I<< DE LA INFLUENCIA INTERÉS
500,000 dólares en footiongs
= Todo el mundo tiene una historia
= Transforma las transacciones en
interacciones
= Haz de la amabilidad algo normal
PARTE III
LA SEGUNDA <<I>> DE LA INFLUENCIA INVERSIÓN
= ¿Cuál es mi legado?
= Sé dueño de tus palabras
= Inicia una racha de influencia
= Sé un ángel inversor
PARTE IV
LA TERCERA <<I>> DE LA INFLUENCIA INTENCIÓN
= Arma de doble filo
= Las personas influyentes comen
las últimas
= ¿Eres un egoísta?
= Pide ayuda
PARTE V
EL CICLO DE LA INFLUENCIA
= Águilas y gaviotas
= La importancia del yo en la
influencia
= Multiplica por diez tu influencia
= Epílogo
FICHA TÉCNICA:
1
Libro
208
Páginas
En
formato de 15.5 por 23.5 cm
Pasta
delgada en color plastificada
Primera
edición 2023
ISBN
9788411720724
Autor
Tommy Spaulding
Ediciones
Obelisco
FAVOR DE PREGUNTAR
POR EXISTENCIAS EN:
Correo
electrónico:
Celular:
6671-9857-65
Gracias
a Google por publicarnos
Quedamos
a sus órdenes
EL ARTE DE INFLUENCIAR
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= = = = = = = = = = = = = =