domingo, 28 de abril de 2024

ARTE DE INFLUENCIAR

 

EL ARTE DE INFLUENCIAR

1 Libro Autor Tommy Spaulding

Editor Obelisco

PRIMERA EDICIÓN

 

LIBRO POR ENCARGO

CÓMO PROVOCAR UN IMPACTO DURADERO Y QUE CAMBIE

TU VIDA EN TUS INTERACCIONES COTIDIANAS

Los investigadores creen que una persona corriente influirá sobre hasta

80,000 personas –es decir, 2,8 personas al día– tanto positiva como negativamente a lo largo de su vida. Si prestáramos atención a este hecho, ¿qué haríamos de manera diferente?

¿Actuaríamos de manera distinta?

¿Serían también diferentes nuestras interacciones con familiares, amigos y colegas? ¿Acaso dedicaríamos más tiempo a centrarnos en las personas que tenemos delante y menos en las redes sociales y los teléfonos móviles? Tommy Spaulding cree que la respuesta es sí… Spaulding aborda el tema de la influencia y el impacto en esta guía práctica que es a la vez convincente y profundamente personal

El autor: Tommy Spaulding; explora cómo podemos ser más conscientes y efectivos a la hora de ejercer la influencia que cada uno de nosotros tiene sobre los demás: en nuestras profesiones, en las interacciones cotidianas y en las relaciones que cultivamos a lo largo de la vida

Compartiendo historias de líderes excepcionales con los que ha trabajado a lo largo de los años, desde empresarios que han tenido un impacto que va mucho más allá de sus negocios hasta un profesor que cambió la vida de treinta estudiantes con una simple lección, Spaulding nos ofrece una receta sencilla para transformar las transacciones en interacciones

Su libro: EL ARTE DE INFLUENCIAR; es un manifiesto sobre las acciones cotidianas que podemos llevar a cabo para influenciar positivamente en las personas que queremos y lideramos. El arte de influenciar ofrece algo más que «pensamientos y oraciones» a las personas necesitadas y transforma nuestras vidas

PRÓLOGO

CINCUENTA CARTAS

Cincuenta y un días antes de mi quincuagésimo cumpleaños, viajé con Southwest Airlines con destino a Denver. Fue un vuelo muy movido y la señal del cinturón de seguridad se mantuvo parpadeando. Cuando iniciamos el descenso, nos topamos con una zona de turbulencias y el avión descendió unos centenares de pies. El equipaje cayó, las bebidas se derramaron y los pasajeros gritaron. Como mucha gente en estas situaciones, me puse a rezar. Salvo que no rezaba para que el avión se recuperara su altitud, sino para que se estrellara

Quería dejar de vivir. Si el avión hubiera caído, mi familia hubiera conseguido un buen acuerdo con el seguro y yo podría haber tenido una muerte digna sin que nadie supiera lo dolorosa que se había vuelto mi vida. Pero el 737 consiguió estabilizarse y aterrizamos sanos y salvos en Denver. Mientras observaba a los otros pasajeros desabrocharse los cinturones de seguridad, enviar mensajes de texto a sus seres queridos y continuar con sus vidas, sentí una terrible ola de vergüenza. Un accidente de avión habría resuelto mis problemas, pero los otros pasajeros del avión no deseaban morir. Los problemas de una persona no valen la vida de cien personas inocentes

La verdad es que en ese momento había perdido toda esperanza. No podía ver lo bueno de las personas; sólo veía cinismo, engaño y odio

Era el resultado de una tormenta perfecta de tres situaciones horribles que colectivamente habían llegado al punto álgido

El primero involucraba al exesposo de mi esposa, Jill. Cuando conocí a Jill hace casi veinte años, estaba divorciada y tenía un hijo de tres años, Anthony. Inmediatamente me enamoré de los dos y proponerle matrimonio sigue siendo la mejor decisión que he tomado en mi vida

Cuando Jill y yo tuvimos nuestros propios hijos, estaba decidido a que Anthony se sintiera igualmente amado. También estaba decidido a incluir a su padre, Mike, en nuestra familia

Al principio, a Mike no le gustaba la idea de otra figura paterna en la vida de Anthony, pero se entusiasmó conmigo. Jil y yo lo invitábamos en los cumpleaños y otros días festivos. Mike y yo fuimos a ver partidos de hockey con Anthony. Incluso pasamos unas vacaciones juntos en México como una gran familia. Pero a medida que Anthony y yo nos íbamos acercando, Mike se volvió verbalmente abusivo conmigo. Cuando las amenazas comenzaron a ser serias, llamé a la policía y un juez dictó una orden de alejamiento de por vida: su acoso se había vuelto muy grave. Pero el daño ya estaba hecho y la terrible experiencia llevó a mi familia al límite

La segunda situación involucró a una mujer con la que me había asociado para implementar un programa de desarrollo de liderazgo para organizaciones. Tenía mucho talento, pero después de seis meses quedó claro que nuestros valores no concedían y me retiré del negocio. Unos meses más tarde, mi familia, mis amigos y mis clientes más cercanos se reunieron con motivo de la publicación de mi segundo libro, The Heart – Led Leader. Fue uno de los momentos más felicites de mi vida, hasta que un hombre se acercó a la mesa en la que estaba firmando libros para entregarme unos papeles. Mi antigua socia me reclamaba la mitad de todos mis derechos de autor y honorarios de orador futuros. Su abogado me amenazaba con arruinarme si no aceptaba. Cuando abordé ese vuelo de la Southwest, la demanda me había costado más de cien mil dólares en abogados

Finalmente, mientras batallaba en los tribunales, tomé la peor decisión comercial de mi vida: compré una franquicia de una cadena de sándwiches. Tenía el sueño de contratar a niños de secundaria desfavorecidos y enseñarles habilidades de liderazgo en el puesto de trabajo. Lo tenía todo planeado, excepto cómo administrar una tienda de sándwiches. La ubicación de mi tienda era horrible, estaba ligado a un contrato de alquiler a largo plazo y en poco tiempo estaba perdiendo más de 10,000 dólares al mes y me encontraba al borde de la bancarrota

Esencialmente estaba viviendo dos vidas. La primera era como Tommy Spaulding, autor de éxitos de ventas que daba conferencias inspiradoras ante multitudes. Este Tommy Spaulding era un experto en liderazgo con una familia totalmente estadounidense que hacia coaching a todo el mundo, desde directores ejecutivos de la lista Fortune 500 hasta estudiantes de secundaria. Pero, cuando las luces se apagaban y la multitud se iba a casa, cuando los cheques se compensaban y la música se apagaba, yo era Tommy Spaulding, el fabricante de sándwiches fallido que vivía fuera con una maleta. Este Tommy Spaulding tenía una demanda de millones de dólares y viajaba por trabajo 250 días al año para no tener que renunciar a su casa o sacar a sus hijos de la escuela privada. Este Tommy Spaulding enseñaba habilidades de liderazgo a miles de personas, luego se subía a un avión y rezaba que se estrellara

A la mañana siguiente de ese vuelo, estaba tumbado en la cama. Era la primera vez en semanas que me hallaba en casa. Normalmente soy madrugador, pero me sentía tan deprimido que era incapaz de levantarme. Mi mente estaba inquieta por todas las cosas que tenía que hacer, todo el dinero que debía gastar en abogados, toda la gente que me había hecho daño. Entonces sin avisar, irrumpió en la habitación con una docena de globos. Abrió de golpe las cortinas y nos inundó la brillante luz del sol. Mis ojos apenas tuvieron tiempo de adaptarse antes de que me saltara sobre la cama y sonara <Bithday> de los Beatles a todo volumen en un altavoz bluetooth

-¡Es tú cumpleaños!- gritaba mientras bailaba encima de mí, ¡Es tu cumpleaños!

<Oh, Dios mío> pensé, todavía medio dormido. Pensé que era yo el que estaba perdiendo la cabeza

-Cariño, mi cumpleaños no es hasta el 31 de agosto- dije con la voz ronca

-No, Tommy- dijo ella mientras Paul y John cantaban <They say it´s your birthday / We´re gonna have a good time>. Hoy faltan exactamente cincuenta días para que cumplas cincuenta años. Y vas a recibir hoy tu primer regalo

-¿Me has comprado el Porsche? –bromeé

Cuando jill me preguntó unos meses antes que quería para mi cumpleaños, le dije un Porsche 911 plateado. No podíamos permitírnoslo, pero conducirlo por Denver con la capota bajada era, literalmente, la única forma que podía imaginar de ser feliz

-No- dijo Jill, todavía saltando sobre mis piernas-. Te tengo algo mucho mejor

Entonces se bajó de la cama, bajó el volumen de la música y me entregó una carta escrita a mano. Y continúo hablando:

-Como te he dicho, faltan cincuenta días para que cumplas cincuenta años. Te voy a regalar una de éstas cada uno de estos cincuenta días. Aquí va la primera

Sentí un peso en la boca del estómago cuando reconocí la elegante caligrafía. Era de mi madre. Ella y yo tuvimos una relación buena pero desafiante cuando yo era niño. Mi Madre me quería profundamente, pero tenía una manera única de demostrarlo. Gobernaba la casa con mano de hierro y me encargaba más tareas que a todos mis amigos juntos. Una cosa que no podía soportar era que, después de mis fiestas de cumpleaños, arrojara una pila de papeles en blanco sobre la mesa

<Ahora escribe una nota de agradecimiento a todas las personas que han venido a la fiesta>, exigía. Tuve grandes cumpleaños católicos italianos cuando era niño, así que tenía que escribir docenas y docenas de cartas. Ella las revisaba una a una, y si alguna parecía genérica o carecía de sentimiento, tenía que volver a escribirla

Pero ahora, décadas después, me estaba escribiendo una carta para mi cumpleaños. Era lo más hermoso que jamás había leído. Me explicaba cuánto me quería. Me decía lo argulloso que se sentía de las cosas que estaba haciendo por todo el mundo y de todas las vidas que había cambiado. Leí y releí esa carta, y cada vez lloré más. Finalmente miré a Jill, que también estaba llorando

-Feliz cumpleaños, cariño- dijo

Jill me entregó otra carta cada uno de los siguientes cuarenta y nueve días. Mi amigo Byron me dio las gracias por cambiar la vida de sus dos hijos. Mi agente literario, Michael, me dijo que ahora es más amable con la gente gracias a mi influencia. Mi mentor Jerry me dijo que me quería como un hijo. Mi técnico de climatización, Russ, escribió que le había enseñado a amar profundamente. Etcétera, etcétera. Todo el mundo me decía no sólo cuánto me querían, sino cuánto había influido en ellos. Cómo los había ayudado a ser mejores hijos, mejores hijas, mejores padres, mejores parejas, mejores jefes. Cómo les había enseñado a liderar y cómo los había inspirado a servir a los demás

Ahora, en mis peores momentos, me estaban influenciando con sus hermosas cartas. Y me salvaron la vida

Con cada día que pasaba, con cada carta, la niebla se disipa. Mis tres terribles problemas parecían más manejables. Los abogados parecían menos desagradables. Mi depresión parecía menos profunda. Ya no era el hombre que se subía a un avión y rezaba para que se estrellará

Puede que Jill no me hubiera regalado un Porsche plateado por mi quincuagésimo cumpleaños, pero me había regalado algo infinitamente más importante

Me dio El arte de influenciar

80,000

Imagina esta escena: dentro de muchos años, después de morir rodeado de tus seres queridos, entrarás en el crepúsculo nebuloso entre la vida y la muerte. Todavía no estás en el cielo, sino junto a un enorme estadio

Para mí, es el Empower Field at Mile High (Colorado), hogar de los Denver Broncos. Para ti, tal vez sea el Lambeau Field en Green Bay (Wisconsin); el MetLife Stadium en East Rutherford (Nueva Jersey); el Notre Dame Stadium en Indiana; el Estadio Nacional de Beijing, o el estadio de Wembley en Londres. El recinto está lleno hasta la bandera: 80,000 personas. Pero esas personas no están allí para ver un espectáculo deportivo. Están allí para despedirse de ti

La multitud murmura y se pone de pie cuando te acercas al centro del campo. Muchos de los rostros son de personas que conoces: amigos, familiares, vecinos, compañeros de trabajo... Pero a los demás sólo lo reconoces vagamente: antiguos clientes y empleados, amigos de amigos, compañeros de clase, tu electricista, el entrenador de baloncesto de tu hija, el cartero... Éstas son las relaciones transaccionales en tu vida en las que rara vez piensas. Las personas que no recuerdan tu nombre, pero que recuerdan cómo las trataste. ¿Estarán estas 80000 personas vitoreándote, aplaudiendo y coreando tu nombre para darte las gracias por la influencia positiva que has tenido sobre sus vidas?

¿O se quedarán en silencio? Peor aún, ¿la multitud abucheará y maldecirá tu nombre?

Aquí surge una pregunta aún más importante: si supieras, justo en este momento, que todas las personas a las que has influenciado te estarían esperando en un estadio al final de tu vida, ¿cómo te afectaría hoy? ¿Dirigirías y amarías de manera diferente? ¿Tratarías a la gente un poco diferente? ¿Quizás muy diferente?

Hace unos años, mi programa juvenil sin ánimo de lucro, la National Leadership Academy, organizó nuestra recaudación de fondos anual Book-n-Benefit. Siempre presentamos un discurso inaugural de un autor superventas, y ese año invitamos a mi amigo Jon Gordon, autor de El bus de la energía

El poder de un equipo positivo y otros libros superventas. Adoro a este hombre, y me encuentro entre los millones que leen religiosamente sus libros. Jon es un orador sensacional y, como el resto de la audiencia ese día, estaba pendiente de todas y cada una de sus palabras

Al terminar su intervención, Jon dijo algo que me conmovió profundamente: «He oído hablar sobre un estudio reciente que demuestra que una persona normal influirá sobre la vida de unas 80000 personas, positiva o negativamente»

Sentí que todo se quedó en silencio mientras asimilábamos esas palabras. «Influenciamos a 80 000 personas en nuestras vidas». Empecé a hacer cálculos en mi cabeza. Si divides 80,000 por la esperanza de vida media (78 años), obtienes 1025 personas afectadas al año o, lo que es lo mismo, 2,8 personas al día. Todos los días, dos o tres personas se cuelan en tu estadio y se preparan para animarte, abuchearte o simplemente sentarse tratando de averiguar quién eres

Puedes elegir ser una buena influencia o puedes elegir ser una mala. Es así de sencillo. ¿Se llenará tu estadio con 80 000 vítores o con abucheos? La decisión es tuya. Las 80 000 personas de tu estadio no recordarán cómo las manejaste o las dirigiste. No recordarán qué productos les vendiste o qué servicios les ofreciste. Simplemente recordarán tus acciones y tus palabras que cambiaron sus vidas: tu legado de influencia

En su sentido más básico, «influencia» significa tener un efecto duradero sobre el carácter o el comportamiento de otra persona

Dicho de otra manera, las personas en los estadios más bulliciosos, esos campos ruidosos en los que la gente del gallinero incluso golpea las vallas y grita, son las más influyentes. No te culpo si esa palabra te hace temblar sigue adelante y busca en Google la palabra «influencer» y mira qué aparece

Los principales éxitos son sitios como «Marketing de in- fluencers», «Los mayores influencers en TikTok» o «Cómo ganar dinero siendo un influencer en las redes sociales». En otras palabras, ser un influencer va de ganar dinero haciendo que otras personas compren cosas. Sí, no es exactamente el mensaje más inspirador del mundo. Tal vez si eres una de los Kardashians, tendrás un estadio lleno de personas que han comprado productos gracias a tus publicaciones en Instagram

Pero para el resto de los mortales, ser una persona influyente significa algo mucho más personal

Una de las personas más influyentes que conozco es mi esposa, Jill

Cuando me encuentre en su estadio un día animando furiosamente, no voy a pensar en cómo me influenció para afiliarme al Marriott Vacation Club, sino que estaré pensando en cómo me salvó la vida con sus cincuenta cartas. La verdad es que «influencia» se ha convertido en una palabra negativa. Se asocia con manipular a las personas, con conseguir que hagan algo que te beneficie. Si bien es fácil culpar a Kylie Jenner, Dwayne «The Rock» Johnson y otras estrellas de las redes sociales a quienes se les paga millones de dólares por publicar sobre el tequila, la palabra «influencia» se degradó mucho antes de que se inventara Instagram

El libro por excelencia sobre la influencia es Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, de Dale Carnegie. Desde su publicación en 1936, el libro ha vendido más de treinta millones de copias y ocupa el puesto número 19 en la lista de la revista Time de los cien libros más influyentes. He hablado mucho sobre cómo Dale Carnegie cambió mi vida, sobre cómo su libro hizo que enviara notas manuscritas, formulara preguntas significativas, evitara conflictos innecesarios y conectara con la gente. Me encantaba Cómo ganar amigos e influir sobre las personas y todavía me gusta, pero a medida que iba madurando, comencé a leerlo más detenidamente

Por ejemplo, éstos son algunos de los títulos de los capítulos: «Aumentar su popularidad», «Lograr que los demás piensen como usted», «Permitirle ganar nuevos clientes» y «Aumentar su capacidad para generar ingresos». Carnegie incluso nos enseña cómo «dejar que la otra persona sienta que la idea es suya»

¿Ves un patrón?

Todo depende de ti.

¿Crees que las 80 000 personas que llenaron tu estadio recordarán cómo las convenciste para que pensaran como tú? Probablemente no

Te animarán porque las ayudaste a ser mejores padres, mejores cónyuges, mejores hermanos, mejores gerentes y líderes. Recordarán cómo las inspiraste a convertirse en mejores seres humanos. Recordarán los tiempos en que las quisiste y las serviste. Te vitorearán porque invertiste verdaderamente en ellas. Necesité media vida para entender que no es lo que puedes conseguir de esas 80 000 personas, sino lo que les das

En mi primer libro, It’s Not Just Who You Know, escribo sobre la importancia de construir relaciones genuinas y duraderas. Comparto que invertir desinteresadamente en la vida de los demás es lo más importante que podemos hacer por nosotros mismos, por nuestras organizaciones, por nuestras comunidades y por nuestro mundo

En mi segundo libro, The Heart-Led Leader, trato cómo los líderes auténticos viven y lideran desde el corazón, y cómo sirven a los demás antes que a sí mismos. Pero en los años posteriores, me he enfrentado a algunas preguntas candentes:

¿Qué habilidades específicas necesitan los líderes para

tener un impacto capaz de cambiar la vida?

¿Qué hábitos practican cotidianamente?

¿Qué decisiones tomamos inconscientemente día tras

día que tienen un gran impacto sobre los demás?

Y finalmente, y lo más importante, ¿cuál es el mayor legado de un líder?

La respuesta a esa última pregunta, como probablemente ya habrás adivinado, es la influencia. En este sentido, es fácil definir la mala influencia Probablemente hayas tenido uno o dos jefes que hayan tratado de influir en ti a través del dominio y la manipulación. Estas personas confían en el miedo y la intimidación para conseguir lo que quieren

 

Por otro lado, es posible que hayas tenido ese jefe que siempre ha reconocido tus esfuerzos, nunca te ha echado el muerto encima y ha invertido en tu carrera. En la escuela, tal vez tuviste un profesor que te dio una segunda oportunidad después de una mala nota o que siempre hizo que aprender resultara divertido. O un amigo que siempre ha dado la cara por ti en tus momentos más difíciles

Algunas personas influyentes pueden ser directores ejecutivos, entrenadores o presidentes, pero la mayoría lleva vidas más tranquilas. Construyen relaciones auténticas y dan sin esperar nada a cambio. Constantemente se preguntan «¿Cómo puedo ser útil hoy?»

He tenido la suerte de conocer a miles de personas influyentes en mi vida, la inmensa mayoría de las cuales no has oído hablar nunca de ellas. He conocido personas influyentes de muchas razas, géneros y orientaciones sexuales

Son originarias de diferentes países. Algunas votan a los demócratas y otras a los republicanos. Viven en entornos rurales y en las grandes ciudades. No tienen casi nada en común excepto cuatro rasgos fundamentales: la capacidad de animar, abrazar, actuar y entregarse a los demás, en otras palabras, de LIDERAR

En los próximos cuatro capítulos, voy a contarte cuatro historias sobre cuatro personas excepcionales que encarnan esas cualidades: un profesor de matemáticas de secundaria, un jugador de hockey de nueve años, un líder de una pandilla y una monja católica. No puedo pensar en cuatro personas que sean menos parecidas, excepto en su capacidad para liderar e inspirar a otros a través del poder de la influencia positiva

Después de eso, profundizaremos en lo que significa LIDERAR a otros. Significa llegar al corazón mismo de la influencia: interés, inversión e intención, o lo que yo llamo «las tres íes de la influencia»

Ésta es la promesa que te hago: si te comprometes a vivir una vida de influencia positiva, ya no volverás a ver nunca más tus relaciones personales y profesionales de la misma manera. Si te comprometes a construir una cultura de influencia en tus equipos y dentro de tus organizaciones, serás testigo de unos resultados y unos éxitos sin precedentes

Terminarás cada día sabiendo que has cambiado la vida de alguien para mejor. Y como descubrí durante los cincuenta días previos a mi quincuagésimo aniversario, cuando estés hecho polvo, cuando la vida te haya dado limones, las mismas personas sobre las que has influido a lo largo del camino te levantarán y te llevarán a casa

Como he llegado a aprender, el liderazgo no va de influencia. El liderazgo es influencia. Las 80,000 personas que conocerás a lo largo de tu vida serán mejores o peores según la influencia positiva o negativa que hayas tenido sobre ellas. La decisión es tuya. Sigue leyendo: emprenderemos un viaje para comenzar a llenar tu estadio

¿QUIÉN ES EL AUTOR TOMMY SPAULDING?

Es el fundador y presidente de Tommy Spaulding Leadership Institute, una organización de capacitación en el desarrollo de liderazgo con sede en Denver. También fue presidente y director ejecutivo de la organización de liderazgo globalUp White People. Reside en Denver (Colorado). Puedes consultar sus redes sociales

ÍNDICE:

=  Portada

=  El arte e influenciar

=  Créditos

=  Prólogo

PARTE I

CUATRO EJEMPLOS DE PERSONAS INFLUYENTES

=  Animar: Treinta y seis hojas de papel

=  Abrazar: El capitán

=  Actuar: El líder de la banda

=  Entregarse: ¿Qué hay en tu maleta?

PARTE II

LA PRIMERA <<I<< DE LA INFLUENCIA INTERÉS

500,000 dólares en footiongs

=  Todo el mundo tiene una historia

=  Transforma las transacciones en interacciones

=  Haz de la amabilidad algo normal

PARTE III

LA SEGUNDA <<I>> DE LA INFLUENCIA INVERSIÓN

=  ¿Cuál es mi legado?

=  Sé dueño de tus palabras

=  Inicia una racha de influencia

=  Sé un ángel inversor

PARTE IV

LA TERCERA <<I>> DE LA INFLUENCIA INTENCIÓN

=  Arma de doble filo

=  Las personas influyentes comen las últimas

=  ¿Eres un egoísta?

=  Pide ayuda

PARTE V

EL CICLO DE LA INFLUENCIA

=  Águilas y gaviotas

=  La importancia del yo en la influencia

=  Multiplica por diez tu influencia

=  Epílogo

FICHA TÉCNICA:

1 Libro

208 Páginas

En formato de 15.5 por 23.5 cm

Pasta delgada en color plastificada

Primera edición 2023

ISBN 9788411720724

Autor Tommy Spaulding

Ediciones Obelisco

 

FAVOR DE PREGUNTAR

POR EXISTENCIAS EN:

Correo electrónico:

alfonsomonarrez@gmail.com

Celular:

6671-9857-65 

Gracias a Google por publicarnos

Quedamos a sus órdenes

EL ARTE DE INFLUENCIAR 

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domingo, 21 de abril de 2024

SUMMERHILL

 

SUMMERHILL

UN PUNTO DE VISTA RADICAL SOBRE

LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS

1 Libro Autor Alexander Sutherland Nell

Traducing Florentino M. Torner

EDITOR FONDO DE CULTURA ECONOMICA

REIMPRESIÓN 2024

 

LIBRO POR ENCARGO

Durante 50 años, A.S. Neill dirigió en las cercanías de Londres la famosa escuela de SUMMERHILL, que ha tratado de dar un paso hacia la verdadera educación progresista: la autorregulación de los niños. A tal propósito, el sistema radical y las exposiciones que hace en este extraordinario libro: SUMMERHILL. UN PUNTO DE VISTA RADICAL SOBRE LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS, son el resultado de sus experiencias

De la prestigiosa colección en su área temática: EDUCACIÓN Y PEDAGOGÍA

Los valores educativos que aporta este movimiento escolar:

1.   Firme convicción en la bondad natural de los seres humanos

2.   La felicidad como máxima aspiración de la educación

3.   El amor y el respeto como bases de la convivencia

4.   La importancia de la corporalidad y la sexualidad

En el inicio del libro; viene una aportación breve de A.S.Neill de Summerhill, Leiston, Suffolk, Inglaterra del 30 de Octubre de 1959, dirigida a: A. Harold H. Hart

Estoy seguro de que obtendrá de este libro tantos elogios (o vituperios) como yo mismo. Su proceder corresponde al de un hombre que cree en lo que ha hecho y sigue haciendo Summerhill, no al de un simple editor

Su paciencia me tiene lleno de asombro. Hacer una selección de cuatro de mis libros anteriores, corregirla y combinarla con nuevos materiales es una tarea formidable

En sus visitas a la escuela, dejó usted ver que su interés principal era hablarles a los norteamericanos de algo que había visto y amado, algo en lo que creía. Con lo cual ya formaba parte de la escuela. Vio todo lo fundamental y pasó por alto, con razón, todo lo que carece de importancia, por ejemplo, el desaseo de los niños felices

Por ello, lo nombro a usted alumno honorario de Summerhill

En el prólogo; me encuentro una perla

escondida escrita por el genial:

ERICH FROMM

Quien escribe:

I

Mientras que los pensadores progresistas proclamaron las ideas de libertad, democracia y autodeterminación en el siglo XVIII, sólo hasta la primera mitad del siglo XX comenzaron a fructificar en el campo de la educación. El principio fundamental de esa autodeterminación fue la sustitución de la autoridad por la libertad, con el fin de enseñar al niño sin emplear la fuerza, sino apelando a su curiosidad y a sus necesidades espontáneas, haciendo que se interesará por el mundo que lo rodea. Esta actitud señalo los comienzos de la educación progresista y constituyó un paso importante en el desarrollo humano

Pero los resultados de este nuevo método fueron muchas veces decepcionantes. En los últimos años se ha producido una creciente reacción contra la educación progresista. Muchas personas creen ahora que la teoría es errónea en sí misma y que deberá ser lanzada por la borda. Está en marcha un movimiento que exige más y más disciplina, y hasta una campaña para que se permita a los maestros de las escuelas públicas imponer castigos físicos a los niños

Quizá el factor más importante de esa reacción es el éxito notable que la Unión Soviética ha obtenido en la enseñanza. Allí se aplican en todo su rigor los anticuados métodos del autoritarismo; y los resultados, en lo que concierne a conocimientos, parecen indicar que lo mejor que podríamos hacer es volver a la antigua disciplina y olvidar por completo la libertad del niño

¿Es un error la idea de una educación que no emplee la fuerza?

Si la idea en sí misma no es errónea, ¿cómo podemos explicarnos su relativo fracaso?

Yo creo que la idea de libertad para los niños no es errónea, pero sí que ha sido pervertida casi siempre. Para examinar con claridad este asunto, debemos empezar por comprender la naturaleza de la libertad, y para ello debemos distinguir entre autoridad evidente y autoridad anónima

La autoridad evidente se ejerce directa y explícitamente. La persona investida de autoridad le dice con franqueza a quien está sometida a ella: “Debemos hacer esto. Si no, se te aplicarán tales y tales sanciones”. La autoridad anónima tiende a ocultar que se emplea la fuerza. La autoridad anónima finge que no hay autoridad, que todo se hace con el consentimiento del individuo. Mientras que el maestro del pasado le decía a Juanito: “Debes hacer esto. Si no, te castigaré”, el maestro de hoy dice: “Estoy seguro de que te gustará hacer esto”. Aquí, la sanción para la desobediencia no es el castigo corporal, sino el gesto ceñudo del padre o, lo que es peor, la sensación de no estar “ajustado”, de no obrar como la mayoría. La autoridad evidente empleaba la fuerza física, la autoridad anónima emplea el manejo psíquico

El paso de la autoridad evidente del siglo XIX a la autoridad anónima del siglo XX fue determinado por las necesidades organizativas de nuestra sociedad industrial moderna. La concentración del capital condujo a la formación de empresas gigantescas administradas por burocracias jerárquicamente organizadas. Grandes aglomeraciones de obreros y de oficinistas trabajan juntos, y cada individuo es una pieza de una enorme máquina de producción organizada que ha de funcionar con suavidad y sin interrupción. El trabajador individual se convierte simplemente en un engrane de esta máquina. En esta organización de la producción, el individuo es dirigido y manipulado

Y en la esfera del consumo (en la cual se supone que el individuo expresa libremente sus preferencias) es igualmente dirigido y manipulado. Sea que se trate del consumo de alimentos, de ropas, de licores, de cigarrillos o de programas de cine o televisión, un poderoso aparato de sugestión funciona con dos propósitos: en primer lugar, aumentar constantemente el apetito del individuo hacia nuevas mercancías, y, en segundo lugar, dirigir esos apetitos por los conductos más provechosos para la industria. El hombre se convierte en el consumidor, en el eterno lactante, cuyo único deseo es consumir más y “mejores” cosas

Nuestro sistema económico debe crear hombres adecuados a sus necesidades, hombres que quieran consumir cada vez más. Nuestro sistema ha de crear hombres de gustos uniformes, hombres que puedan ser influidos fácilmente, hombres cuyas necesidades puedan preverse. Nuestro sistema necesita hombres que se sientan libres e independientes, pero que, sin embargo, hagan lo que se espera de ellos; hombres que encajen en el mecanismo social sin fricciones, que puedan ser guiados sin recurrir a la fuerza, conducidos sin líderes y dirigidos sin otro objetivo que el de “hacerlo bien”. No es que la autoridad haya desaparecido, ni siquiera que sea más débil, sino que de autoridad evidente de fuerza se convirtió en autoridad anónima de persuasión y sugestión. En otras palabras, para ser adaptable, el hombre moderno se ve obligado a alimentar la ilusión de que todo se hace con su consentimiento, aun cuando ese consentimiento se le extraiga mediante una manipulación sutil. Su consentimiento es obtenido, por así decirlo así, por la espalda, o a espaldas de su conciencia

Los mismos artificios se emplean en la educación progresista. Se obliga al niño a tragarse la píldora, pero la píldora va envuelta en azúcar. Los padres y los maestros han confundido la verdadera educación no autoritaria con la educación por medio de la persuasión y de la coacción disimulada. Así se degradó la educación progresista. No llegó a ser lo que estaba destinado a ser y no se desarrolló nunca como debió hacerlo

El sistema de A. S. Neill es un punto de vista radical sobre la crianza de los niños. En mi opinión, su libro es de gran importancia porque representa el verdadero principio de la educación sin miedo. En la Escuela de Summerhill la autoridad no disfraza un sistema de manipulaciones

Summerhill no expone una teoría; relata la experiencia real de casi 40 años. El autor sostiene que “la libertad funciona”

Los principios subyacentes en el sistema de Neill están expuestos en este libro simple e inequívocamente. En resumen, son las siguientes:

1.   Neill tiene una fe sólida “en la bondad del niño”. Cree que el niño corriente no es un inválido nato, ni un cobarde, ni un autómata inconsciente, sino que tiene potencialidades plenas para amar la vida e interesarse por ella

2.   El fin de la educación –en realidad el fin de la vida- es trabajar con alegría y hallar la felicidad. Felicidad, según Neill, quiere decir interesarse en la vida; o, como él mismo dice, responder a la vida no sólo con el cerebro, sino con toda la personalidad

3.   En la educación, no basta el desarrollo intelectual. La educación debe ser a la vez intelectual y afectiva. En la sociedad contemporánea encontramos una separación cada vez mayor entre el intelecto y el sentimiento. Hoy, las experiencias del hombre son principalmente experiencias de ideas y no la captación inmediata de lo que siente su corazón, de lo que ven sus ojos y de lo que oyen sus oídos. En realidad, esa separación entre el intelecto y el sentimiento ha llevado al hombre contemporáneo a su estado mental casi esquizoide, en el que ha llegado a ser incapaz de experimentar algo, salvo intelectualmente

4.   La educación debe engranarse con las necesidades psíquicas y las capacidades del niño. El niño no es altruista. Todavía no ama en el sentido del amor maduro del adulto. Es un error esperar del niño algo que no puede mostrar sino de un modo hipocrática. El altruismo se desarrolla después de la infancia

5.   La disciplina, dogmáticamente impuesta, y los castigos producen temor, y el temor produce hostilidad. Esta hostilidad puede no ser consciente y franca, pero, no obstante, paraliza el esfuerzo y la autenticidad del sentimiento. La disciplina excesiva impuesta a los niños es dañina e impide un sano desarrollo psíquico

6.   Libertad no significa libertinaje. Este principio tan importante, que Neill subraya, significa que el respeto entre los individuos debe ser recíproco. El maestro no emplea la fuerza contra el niño, y el niño no tiene derecho a usarla contra el maestro. El niño no tiene por qué meterse en las cosas de un adulto por ser niño, ni ejercer presión en ningún de las muchas maneras en que puede hacerlo un niño

7.   Íntimamente relacionada con ese principio está la necesidad de verdadera sinceridad por parte del maestro. El autor dice que en los 40 años de trabajo en Summerhill no engañó nunca a un niño. Todo el que lea este libro se convencerá de que esa afirmación, que puede sonar a jactancia, es la pura verdad

8.   El desarrollo humano sano hace necesario que un niño rompa al fin los lazos que lo unen con su padre y con su madre, o con quien después los sustituya en la sociedad, y que se haga verdaderamente independiente. Debe aprender a hacer frente al mundo como individuo. Debe aprender a encontrar su seguridad no en una asociación simbiótica, sino en su capacidad para captar el mundo intelectual, emocional y artísticamente. Debe emplear todas sus facultades para encontrar la unión con el mundo, no para hallar la seguridad a través de la sumisión o del dominio

9.   La función primordial de los sentimientos de culpabilidad es vincular al niño con la autoridad. Los sentimientos de culpabilidad son un obstáculo para la independencia; inician un ciclo que oscila constantemente entre la rebelión, el arrepentimiento, la sumisión y otra vez la rebelión. La culpa, como lo siente la mayor parte de la gente en nuestra sociedad, no es primordialmente una reacción ante la voz de la conciencia, sino esencialmente al saberse desobediente a la autoridad y el miedo a represalias. No importa que el castigo sea físico o consista en retirar el cariño, o simplemente en hacer que el castigado se sienta como un extraño. Todos estos sentimientos de culpabilidad engendran miedo, y el miedo engendra hostilidad e hipocresía

10.La Escuela de Summerhill no da enseñanza religiosa. Pero esto no significa que Summerhill no se interese por lo que se denominan vagamente valores humanos fundamentales. Neill lo dice concisamente: “la batalla no se establece entre creyentes y no creyentes en la teología, sino entre creyentes en la libertad humana y creyentes en la suspensión de esa libertad”. Añade el autor: “Algún día una nueva generación no aceptará la anticuada religión y los mitos de hoy. Cuando llegue la nueva religión, refutará la idea de que el hombre nace en el pecado. Una religión nueva alabará a dios por hacer felices a los hombres”

Neill es un crítico de la sociedad actual. Insiste en que el tipo de persona que formamos es el hombre – masa. “Vivimos en una sociedad demente” y “la mayor parte de nuestras prácticas religiosas son una farsa”. De un modo totalmente lógico, el autor es internacionalista, y sustenta una posición firme e inflexible según la cual la inclinación a la guerra es un atavismo bárbaro de la especia humana

Realmente, Neill no trata de educar a los niños para que encajen bien en el orden existente, sino que se esfuerza por criar niños que lleguen a seres humanos felices, hombres y mujeres cuyos valores no son tener mucho ni usar mucho, sino ser mucho. Neill es realista; puede ver que aun cuando los niños que educa no tendrán un extremado éxito en el sentido mundano, habrán adquirido un sentido de pureza que impedirá eficazmente que se conviertan en inadaptados o en mendigos hambrientos. El autor eligió entre el pleno desarrollo humano y el pleno éxito de mercado, y es inflexiblemente honrado en la manera como recorre el camino hacia la meta que ha elegido

Al leer este libro me sentí muy estimulado y alentado. Espero que les ocurra lo mismo a otros lectores. No quiere esto decir que esté de acuerdo con todo lo que dice el autor. Indudablemente, la mayor parte de los lectores no leerán este libro como si fuese el Evangelio, y estoy seguro de que el autor es quien menos quiere que suceda tal cosa

Puedo señalar dos de mis principales reservas. Advierto que Neill subestima algo la importancia, el placer y la autenticidad de la captación intelectual del mundo, en favor de su captación artística y emocional. Además, el autor está empapado de los supuestos de Freud y, según yo lo veo, sobrestima algo la importancia del sexo, como tienden a hacer los freudianos. Pero tengo la impresión de que el autor es un hombre de tal realismo y de una percepción tan exacta de lo que es el niño, que estas críticas se refieren más a algunas de sus formulaciones que a su actitud real ante el niño

Subrayo la palabra realismo porque lo que más me impresiona de la actitud del autor es su capacidad para ver, para discernir el hecho de la ficción, para no incurrir en las racionalizaciones e ilusiones en que vive la mayor parte de la gente y con las cuales bloquea la experiencia auténtica

Neill es hombre de un valor hoy raro: el valor de creer en lo que ve y de combinar el realismo con una fe inamovible en la razón y el amor. Siente una incondicional reverencia por la vida y un respeto igual por el individuo. Es un experimentador y un observador, no un dogmático que tiene un interés egoísta en lo que hace. Combina la educación con la terapia; más para él la terapia no es una materia aparte para resolver algunos “problemas” especiales, sino simplemente el proceso de demostrar al niño que la vida está ahí para ser captada y no para huir de ella

Claramente advertirá el lector que el experimento de que informa este libro es inevitablemente un experimento que no puede repetirse muchas veces en nuestra sociedad actual, y esto no sólo porque depende de que lo realice una persona extraordinaria como Neill, sino también porque son pocos los padres con el valor y la independencia suficiente para preocuparse más por la felicidad de sus hijos que por su “éxito”. Pero esto no disminuye en absoluto la importancia de este libro

Aunque hoy no existe en los estados Unidos una escuela como la de Summerhill, a todos los padres puede serles provechosa la lectura de este libro. Sus capítulos los incitarán a repensar su propia actitud hacia sus hijos. Advertirán que el modo como Neill trata a los niños es completamente distinto de lo que la mayor parte de la gente despectivamente a un lado por considerarlo “tolerante” en demasía. La insistencia de Neill sobre cierto equilibrio en las relaciones niño – padre –libertad sin libertinaje- es el tipo de pensamiento que puede modificar radicalmente las actitudes domésticas

El padre reflexivo se sorprenderá al darse cuenta del grado de presión y de fuerza que usa contra su hijo sin saberlo. Este libro proporcionará nuevas acepciones de las palabras amor, aprobación, libertad

Neill muestra un respeto incondicional por la vida y la libertad, y una negativa radical al uso de la fuerza. Los niños criados con tales métodos desarrollarán en sí las cualidades de razón, amor, integridad y valor, que son los objetivos de la tradición humanista occidental

Si pudo ocurrir una vez en Summerhill, puede ocurrir en todas partes, una vez que las personas estén decididas a ello. En realidad no hay niños problema, como el autor dice, sino únicamente “padres problema” y una “humanidad problema”

Creo que la obra de Neill es una semilla que germinará. Con el tiempo, sus ideas serán generalmente admitidas en una sociedad nueva en la que el hombre mismo y su desarrollo sean el fin supremo de todo esfuerzo social


ÍNDICE:

Harold H. Hart

Prólogo, por Erich Fromm

UNAS PALABRAS DE INTRODUCCIÓN

I.            ESCUELA DE SUMMERHILL

La idea de Summerhill

Una ojeada a Summerhill

La educación de Summerhill frente a la educación normal

Que les sucede a los graduados de Summerhill

Autonomía

Coeducación

Trabajo

Juego

Teatro

Danza y música

Deportes y juegos

Informe de los inspectores del gobierno inglés

Notas sobre el informe de los inspectores de su Majestad

El futuro de Summerhill

II.           LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS

El niño sin libertad

El niño libre

Amor y aprobación

Miedo

Inferioridad y fantasía

Espíritu de destrucción

Mentira

Responsabilidad

Obediencia y disciplina

Premios y castigos

Sobre enseñanza del aseo

Alimentos

Salud y sueño

La limpieza y las ropas

Juguetes

Ruido

Modales

Dinero

Humor

III.         EL SEXO

Actitudes sexuales

Instrucción sexual

Masturbación

Desnudez

Pornografía

Homosexualidad

Promiscuidad, ilegitimad y aborto

IV.        RELIGIÓN Y MORAL

Religión

Instrucción moral

Influencias sobre el niño

Juramentos y blasfemias

Censura

V.          PROBLEMAS DE LOS NIÑOS

Crueldad y sadismo

Criminalidad

El robo

Delincuencia curación del niño

El camino de la felicidad

VI.        PROBLEMAS DE LOS PADRES

Amor y odio

El niño malcriado

Poder y autoridad

Celos

Divorcio

Angustia paterna

Conciencia paterna

VII.       PREGUNTAS Y RESPUESTAS:

En general

Sobre Summerhill

Sobre la educación de los niños

Sobre el sexo

Sobre la religión

Sobre la psicología

Sobre la instrucción

¿QUIÉN ES EL AUTOR?

ALEXANDER SUTHERLAND NEILL

FICHA TÉCNICA:

1 Libro

331 Páginas

En formato de 21 por 14 cm

Pasta delgada en color plastificada

390 gramos

Edición tercera 2018 reimpresión

Traducing Florentino M. Torner

ISBN 9786071651037

Editor Fondo de Cultura Económica

 

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