domingo, 5 de mayo de 2024

ADOLESCENCIA EN LOS TIEMPOS QUE CORREN

 LA ADOLESCENCIA EN LOS

TIEMPOS QUE CORREN

1 Libro Guillermo López (compilador)

Editor Grama

Primera edición 2022

 

LIBRO POR ENCARGO

En este libro: LA ADOLESCENCIA EN LOS TIEMPOS QUE CORREN; Guillermo Adrián López ha sabido reunir, bajo el título La adolescencia, en los tiempos que corren, una excelente selección de textos que abordan el presente y el porvenir de la adolescencia. El resultado es una compilación inteligente, no solo por la calidad de los textos, sino por la orientación precisa que nos da en la clínica de la adolescencia en la civilización actual.

Este libro: LA ADOLESCENCIA EN LOS TIEMPOS QUE CORREN; tiene la virtud de saber reunir las características centrales de la adolescencia. La adolescencia no es una enfermedad, sino algo con lo que hay que saber hacer. Su carácter temporal es inseparable de las carencias y padecimientos que hay que poder soportar.

La adolescencia es una transición difícil en la vida de todo ser hablante, es una fase en la que uno está especialmente afectado por la presencia del deseo. Si se habla tanto del aburrimiento o del hastío de los adolescentes es precisamente porque entramos de lleno en eso de lo que adolecen. En verdad, el aburrimiento es índice de la falta, es “deseo de otra cosa”, deseo de algo distinto de lo que se está viviendo en el presente. En rigor, los adolescentes dan testimonio de estar afectados por lo que hace mella en el tiempo del deseo, tiempo de la palabra inocente cuando lo que aún se ignora está cubierto por la máscara del yo.

Los adolescentes son inocentes de lo que causa el deseo. El deseo está ocupado persiguiendo su objeto, vive y se proyecta en un futuro, lo que motivó que Lacan hablara del “futuro anterior” del deseo, un futuro siempre acompañado por dos afectos: la esperanza y el miedo; y por una animación particular del cuerpo: la prisa.

Esperanza, miedo y apresuramiento son los afectos principales que caracterizan a los adolescentes al constatar que el sentido huye, cuando se percatan que el sentido del deseo es precisamente la fuga, la huida. Lacan llegó a definir el deseo como defensa y, este libro, aborda las distintas formas con las que los adolescentes se defienden contra el presente

Antes de que el lector entre en los diversos hilos de la trenza que se van anudando en este libro, es oportuno que recordemos algunos antecedentes, a veces olvidados, en la investigación psicoanalítica sobre la adolescencia

Sabemos que la Sociedad Psicoanalítica de Viena celebró varias reuniones en torno de la pubertad. Tenemos los documentos, editados por Herman Nunberg y Paul Federn, que explican el abandono de una teoría simplista de la sexualidad infantil al desarrollar lo que Freud introdujo en el capítulo tres de los “Tres ensayos de teoría sexual”, dedicado a “la metamorfosis de la pubertad”, donde nos encontramos con aquello que Lacan nombra como una “maldición sobre el sexo”

Los primeros psicoanalistas que acudían a las reuniones de los miércoles, abordaban los desarreglos propios de la pubertad y, en especial, la cuestión del suicidio en jóvenes, un tema que Freud trata en el comentario de la obra de Franz Wedekind El despertar de la primavera, obra sobre la que Lacan volverá en un sorprendente comentario. En esa obra, de 1985, vemos a un grupo de jóvenes hablando de sus sentimientos sobre temas vedados en su tiempo, como la masturbación, la homosexualidad, el aborto, el suicidio y la curiosidad sexual

Freud escribió dos artículos que, aun siendo menores en su obra, tienen hoy un gran valor, se trata de la “psicología del colegial” y “contribuciones al simposio sobre el suicidio”

Entre muchas cosas, Freud menciona el derecho de retraerse en los estadios, incluso molestos, del desarrollo de los escolares, señalando que la escuela no debe reivindicar por su cuenta la inexorabilidad de la vida. Freud pone el acento en el derecho a rezagarse, advirtiendo sobre los ideales mortificantes y las ilusiones de una escuela que preconiza la contención, la eficacia; una escuela, en suma, que apunta a nivelar las diferencias subjetivas, las singularidades de los alumnos, para transformarlos en objetos de consumo

Sabemos del corto alcance de estos ideales, pues no hacen más que reforzar un rechazo al saber cuándo no la violencia escolar

Es muy interesante observar que Freud insiste sobre la importancia de la singularidad frente a lo universal del ideal, es decir, de la locura de buscar un ideal válido “para todos”

Entre estos antecedentes, no olvidamos que, en 1938, en su ensayo sobre “los complejos familiares en la formación de un individuo”, ya Lacan apuntó a la difícil transición que supone abandonar las seguridades que comporta la unidad doméstica del grupo familiar

Lacan señala que cualquier retorno a estas seguridades puede ser ruinoso, y que el desarrollo pleno del sujeto exige un nuevo destete. Lacan se apoya para su argumentación en Hegel, al declarar que el individuo que no lucha por ser reconocido fuera del grupo familiar, nunca alcanza, antes de la muerte, la personalidad

La adolescencia supone pues un nuevo destete en el que convergen los efectos de la liquidación de lo que Lacan llama imago del seno materno, cuando el 2complejo del destete” ya ha dejado sus huellas. Para definirla de la manera más abstracta en la que se la observa en la clínica, Lacan caracteriza dicho momento como “una asimilación perfecta de la totalidad al ser”

Aunque la fórmula de un modo algo filosófico, Lacan reconoce en la adolescencia la aparición de una nostalgia muy propia de la humanidad y da una impresionante lista: “ilusión metafísica de la armonía universal, abismo místico de la fusión afectiva, utopía social de una tutela totalitaria”

“Formas todas ellas del paraíso perdido anterior al nacimiento y de las más oscura aspiración a la muerte”

Lacan reconoce por tanto que la unidad social “totalitaria” produce siempre una segregación, el rechazo de los que no forman parte de la sociedad. Advertimos que Lacan atisba en la unidad propia de las fraternidades entre adolescentes un mentís a una verdadera apertura hacia la alteridad, mostrando la puesta en juego de un Uno que se cierra sobre sí mismo

Es esta la razón que lleva a dar lugar a la totalidad

En efecto, cuando el Uno se abre al otro lo descompleta

Lacan señala que la unidad familiar es siempre, de algún modo, un rechazo de la alteridad que supone el encuentro social creador de diferencia

La “fraternidad” del grupo –tema sobre el que Lacan volverá al final de su seminario 19, …o peor, al hablar del fenómeno del racismo- anticipa que la función social de las bandas de adolescentes encuentra muy pronto sus límites

Así, pues, la fraternidad es la gran utopía que Lacan aborda estudiando su nacimiento en un complejo, que nombra como “complejo de intrusión”, que tiene como fundamento los celos

En los “tres ensayos de teoría sexual”, Freud presenta la metamorfosis de la pubertad como la “perforación de un túnel”

Se trata de una metáfora lograda, pues describe el encuentro con un agujero en el saber del otro y con tener que producir un síntoma para poder separarse de ese Otro. todo encuentro con la falta de saber en el Otro implica una pérdida, y su correlato, el trabajo de un duelo que seguirá lastrado aún un tiempo por la nostalgia del goce que permanece ligado al otro y, al mismo tiempo, a lo nuevo que surge en él, es decir, remitiéndolo a la extrañeza de lo real del goce. Sabemos que el desprecio o el odio hacia sí misma son las modalidades más frecuentes de respuesta a este real

Uno de los fenómenos, en ese pasaje por el “túnel de la pubertad”, es la violencia del medio escolar. Lacan lo señala en su ensayo: la identificación marca un interés primario, se trata de un amor que, por el hecho de su propio desconocimiento, se traduce en agresividad y, sin embargo, los celos tienen ahí una función social ya que llevan al sujeto a interesarse en los otros

La violencia ejercida sobre el otro implica inevitablemente la identificación

Para decirlo de un modo simple, cuando alguien se pelea con un semejante, se identifica necesariamente con él

En la violencia el sujeto no apunta a reencontrar la unidad, ya que está –como se suele decir- “en guerra con el otro”, pero no obstante, aspira a volver a encontrar algo anterior: el dolor ligado a la separación del objeto

El sujeto busca volver a encontrar su primer malestar, su primer dolor en el malestar del otro

El dolor que había quedado olvidado en la unidad familiar, vuelve a encontrarlo dialécticamente en el dolor del otro

Basta pensar que la violencia de los jóvenes es una violencia que, al seguir inmediatamente a la separación de la unidad familiar, trata colectivamente un malestar al que tienen que encontrar una solución, solución que pasa por la unidad del grupo

Los adolescentes encuentran la solución en la violencia creada en el otro, pero el dolor que encuentran es siempre el suyo propio, es un dolor que está en compañía de ese otro del que el adolescente aprende en la rivalidad violenta

En todo caso, se trata de un dolor que tiene en sí mismo una función socializante

Sabemos que, cuando los educadores quieren borrar del mapa la violencia juvenil, se olvidan que no hacen sino reforzar el retorno a una unidad que no es más que desconocimiento del malestar de origen, verdadera fuente de la violencia

Pero lo que en cualquier caso se suela comprobar es que, al menos en una fase de la vida, un determinado grado de violencia no es dañina

En los últimos años se ha hablado mucho de los seeking sensations subjects, jóvenes adolescentes a la “búsqueda de sensaciones”

Se trata de sujetos que buscan recrear el malestar propio de una determinada edad de la vida, olvidada en el inconsciente; sujetos que buscan encontrar dicho malestar para tratarlo y lograr deshacerse de él

No es pues tan sorprendente que dicha violencia acabe retornando sobre el sujeto mismo y que busque, en su fuero interno, recrear el malestar consumiendo todo tipo de sustancias tóxicas

Si los adolescentes se quedan atrapados en un tóxico, comprobaremos que esa adicción perdurará largo tiempo

Por lo general, las toxicomanías de la adolescencia suelen ser toxicomanías colectivas

Al contrario, las toxicomanías más resistentes tras la adolescencia, suelen ser adicciones más bien solitarias y, en dicho caso, el diagnóstico es grave, pues no es lo mismo consumir tóxicos para encontrar los semblantes de la banda y reactivar el malestar, que identificarse con ese malestar en soledad

Muchos adolescentes gozan de esta tranquilidad de existir, incluso si han atravesado momentos de duda, y consiguen llegar sin mayores dilemas a la edad adulta

Pero algunos, cada vez más numerosos, que no dudan en caer en conductas sintomáticas llamadas conductas de riesgo, dan testimonio de una falta de ser, de un sufrimiento y de la necesidad interior de enfrentarse al mundo para arreglárselas con el malestar de vivir y poner límites necesarios al desarrollo de su existencia


ÍNDICE

Prólogo, Vicente Palomera

Introducción, Guillermo López

TIEMPO DE ADOLECENTES

=    ¿Qué sucede cuando se tienen casi 17 años?,

Philippe Lacadée

=    El desencadenamiento de la psicosis en el período post-puberal,

Jean-Claude Maleval

=    Los sueños y la sexuación en la pubertad,

Patricio Álvarez Bayón

LOS TIEMPOS QUE CORREN

=    Adolescencia, pantallas y gadgets

=    Los adolescentes en la época del virus digital,

Silvia Ons

=    Youtubers, adolescentes y porno,

José Ramón Ubieto

=    Adolescencia, pandemia y cuarentena

=    Consideraciones sobre las juventudes pandémicas,

Mario Goldenberg

=    La errancia y lo real en tiempo de pandemia,

Mario Izcovich

=    Algunos efectos de la pandemia en el adolescente actual,

Guillermo López

=    Amor y sexuación en las adolescencias del siglo XXI

=    Elección del género en la adolescencia,

Verónica Berenstein

=    La iniciación sexual en la adolescencia contemporánea

=    Deseo femenino en la filmografía de Céline Sciamma,

Domenico Cosenza

=    Amor adolescente,

Romildo do Rêgo Barros

=    Desencanto de la sexualidad,

María Josefina Sota Fuentes

TIEMPOS DE LA CLÍNICA

LA PRÁCTICA Y LA EXPERIENCIA DEL

PSICOANÁLISIS CON ADOLESCENTES

=    Adolescentes, sujetos en desorden

=    Casos y conversación clínica

=    Andréa. Hablar es viajar,

Jean-Noël Donnart Jenny.

=    Una emo-girl, Marie Christine Ségalen Jeanne

=    Alta traición, Ariane Oger

=    Adolescencia, fantasma y fin de análisis

=    El fantasma: de la vacilación al atravesamiento,

Damasia Amadeo de Freda,

Gabriela Grimbaum

=    Adolescencias en análisis, Marina Recalde

FICHA TÉCNICA:

1 Libro

230 Páginas

Pasta blanda en color plastificado

Primera edición 2022

Autor Compilador:

Guillermo Adrián López

Escriben: Philippe Lacadée | Jean Claude Maleval | Damasia Amadeo de Freda | Patricio Álvarez Bayón | Verónica Berenstein | Domenico Cosenza | Jean-Noël Donnart | Romildo do Rêgo Barros | Mario Goldenberg | Gabriela Grimbaum | Mario Izcovich | Ariane Oger | Silvia Ons | Marina Recalde | Marie Christine Ségalen | María Josefina Sotafuentes | José Ramón Ubieto

Editor Grama

 

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