EL MITO DE LA CIUDADANÍA
1 Libro Autora Irene Ortiz Gala
Prólogo de Roberto Esposito
EDITORIAL HERDER
Primera edición
LIBRO POR ENCARGO
«Este
libro constituye una importante contribución a la deconstrucción, tanto
analítica como crítica, del concepto de ciudadanía». (Roberto Esposito) ¿A qué
nos referimos cuando hablamos de ciudadanía? ¿Quién puede ser un ciudadano?
¿Qué destino les espera a aquellos que no lo son en el país que residen? Muchas
veces las preguntas sencillas encierran temas muy complejos
En
este libro, Irene Ortiz despliega una investigación arqueológica en torno a los
relatos que permitieron la constitución del dispositivo de la ciudadanía desde
los pilares que establecieron Atenas y Roma hasta nuestros días. Con más de dos
mil años de distancia, la ciudadanía sigue siendo la herramienta legal que
permite al Estado distinguir entre quiénes son «miembros» y quiénes «extraños»
Este
ensayo presenta un diagnóstico de la ciudadanía, de su formación y de sus
efectos. Sin embargo, no se trata solo de indagar qué papel desempeña el
artefacto jurídico de la ciudadanía en la protección de la vida y qué
implicaciones tiene en nuestra comprensión del mundo, se trata también de
evaluar si esta narrativa puede seguir explicando y dando respuesta a la
urgencia de nuestro presente —a los encarcelamientos, a los naufragios, a la
violencia legitimada institucionalmente contra quienes no tienen un pasaporte
«fuerte». Tal vez sea tiempo de ejercitar la imaginación política y construir
nuevos relatos con los que pensar nuevos mundos más justos y habitables
De
la prestigiosa colección Herder
EN EL PRÓLOGO:
Desde
hace tiempo la filosofía española vive una temporada particularmente creativa. Autores
como José Luis Villacañas, Manuel Cruz, Francisco Jaraura o Miquel Seguro han
iniciado un dialogo productivo con filósofos franceses, alemanes e italianos compartiendo
sus investigaciones de manera mediata y original
En
este espacio abierto se sitúa el libro de Irene Ortiz Gala, a quien tuve el
placer de conocer en Pisa, durante más cursos en la Scuola Normale Superiore. Desde
entonces, ha comenzado una serie de investigaciones de carácter filosófico,
político y jurídico, a cuya primera e importante elaboración conducen las
siguientes páginas. Sin entrar en el detalle de sus tesis, que el lector podrá
descubrir directamente en el libro, quisiera detenerme en algunos presupuestos
que inscriben este trabajo dentro de un debate filosófico – político más
amplio, desarrollado sobre todo en Francia y en Italia
En
el centro de su metodología se encuentra el paradigma arqueológico –o también
genealógico- inaugurado por Michel Foucault siguiendo la pista de Nietzsche,
que se caracteriza por la relación constitutiva entre origen y actualidad
Esta
relación no puede entenderse en el sentido histórico de establecer una
continuidad entre pasado y presente, sino que está de alguna forma dentro de
ella. En este sentido, el origen no precede la actualidad, sino que está de
alguna forma dentro de ella. En este sentido, el origen no constituye un dato
cronológico –inencontrable en cuanto tal-, sino una referencia paradigmática
que permite activar una mirada crítica sobre el presente. Fuera de este circuito
arqueológico, o genealógico –asocio en este caso los dos términos, aunque no
son equivalentes-, correríamos el riesgo de adherirnos a la narrativa que el
presente hace de sí mismo, sin poder despegarnos de ella. En cambio, a través
del paradigma arqueológico, el origen se convierte en el punto en el que el
presente –nuestra condición contemporánea- se desdobla, permitiéndonos una
mirada crítica sobre sus contradicciones. Así debe entenderse el análisis que
Irene Ortiz Gala dedica a Atenas y a Roma, las dos ciudades decisivas en la
construcción de nuestra identidad, junto con Jerusalén. De hecho, una
referencia más amplia al modelo judío de ciudadanía, diferente de los modelos
griego y romano, habría permitido una fructífera expansión de la investigación,
porque el desarraigo judío constituye una desconstrucción potencial de la doble
raíz griega y romana. Sin embargo, la referencia a Atenas y Roma permite a la
autora leer la lógica de la ciudadanía moderna con una capacidad crítica de la
que generalmente carece la ciencia política y que solo la filosofía es capaz de
implementar Ius sanginis y ius soli, que hoy intervienen de forma alternativa
como modelos de ciudadanía, son reconducidos por la autora al desdoblamiento de
un único dispositivo, que es aquel, inmunitario, de una inclusión excluyente
El
uso del concepto de inmunidad constituye una segunda herramienta que entrelaza
la obra de Irene Ortiz Gala con la investigación filosófica contemporánea. Por <<inmunización>>
se entiende un modo negativo de gestionar los conflictos, o, mejor aún, el uso
de una negación menor para protegerse de una mayor. En la tradición cristiana,
en particular en la paulina, el dispositivo inmunitario asume el nombre de katechon. Katechon es un freno que salva
de un mal mayor para los cristianos, el Apocalipsis- no enfrentándolo, sino
llegando a un acuerdo con él. Así, la soberanía moderna –la que declara al
pueblo <<soberano>>- procede de manera <katechóntica> otorga la ciudadanía a los habitantes del
Estado, pero los separa tanto interna como externamente Hannah Arendt –a quien acertadamente se
refiere la autora- explica cómo no solo se distingue entre los ciudadanos y los
extranjeros, sino que también se divide internamente entre quienes disfrutan de
derechos políticos y quienes no los disfrutan o los disfrutan solo en parte. Desde
otra perspectiva, filosófica y política. Carl Schmitt sostiene de cada régimen
político, antiguo y moderno, incluida la democracia, se une no solo a través de
la discriminación contra los ciudadanos de otros estados, sino también contra
una parte de sus propios ciudadanos –a los que no considera tales-
Conocemos
el desenlace que tuvo esta perspectiva en los años treinta, cuando los
ciudadanos discriminados –los extranjeros internos- comenzaron a ser
perseguidos y luego masacrados. Pero no debemos pensar que esta separación,
dentro del dispositivo de la ciudadanía, pertenece solo a los regímenes totalitarios
y al nazi en particular. Esta separación es constitutiva de la idea misma de
ciudadanía, fundamentada sobre la categoría de los derechos personales. Sobre estos,
Irene Ortiz Gala se refiere a lo que se ha definido como <el dispositivo de
la persona>. Contrariamente a lo que se piensa al referirse a la persona
como categoría universal, esta, de origen romano y cristiana, no solo en Roma,
sino en toda la historia moderna, ha constituido un instrumento de
discriminación entre quien era considerado persona a todos los efectos y quien
no lo era, llegando, en el caso del esclavo –no olvidemos que la esclavitud fue
abolida hace menos de dos siglos-, a ser asimilado a una cosa. En Roma, la
persona –cuyo significado original es el de <mascara>- no coincide con el
esclavo –no olvidemos que la esclavitud fue abolida hace menos de dos siglos-,
a ser asimilado a una cosa. En Roma, la persona –cuyo significado original es
el de <mascara>- no coincide con el individuo que la porta. En un
estatus, un rol que uno puede tener o no tener, que puede adquirir o perder. No
solo los seres humanos, como los esclavos, podían transitar de la esfera del
ser humano a aquella de la cosa o viceversa, sino que, en realidad, ningún
ciudadano romano, salvo los varones libres y adultos, era propiamente
considerado una persona. Los hijos mismos, no solo en la etapa arcaica, estaban
sujetos al derecho de vida y de muerte de su padre. En este sentido, la
ciudadanía romana, concedida a los pueblos que Roma conquistaba de vez en cuando,
implicaba un dispositivo de exclusión que nunca fallaba. Si en Atenas solo eran
ciudadanos los habitantes autóctonos, de pura sangre ateniense, además de aptos
para realizar el servicio militar, el modelo romano, en el que la ciudadanía no
estaba ligada a la sangre, también implica límites y exclusiones
El
paradigma que la autora opone al dispositivo de la persona es el de lo
impersonal, elaborado de manera indiferente por Simone Wail y Gilles Deleuze. Si
el uso del concepto de persona ha separado siempre la humanidad en dos o más
niveles superpuestos, la única manera de emanciparse de él es escapar de su sistemática
jurídico y/o teológico – política. Naturalmente, la categoría de impersonal,
válida para Deconstruir internamente la de persona, tiene un fuerte valor filosófico,
pero sigue siendo problemática en un plano propiamente político. ¿Qué sujeto
político podría encarnarla? Por otro lado, la crítica de la persona parece inseparable
de la crítica del sujeto al que permanece ligada. El mismo sujeto es concebido
por la tradición filosófica como dividido en dos niveles, uno corporal y uno
intelectual o espiritual, el primero subordinado al segundo. Desde este punto
de vista, los conceptos de la tradición metafísica están recíprocamente ligados
por una lógica binaria que implica siempre un elemento excluyente. Sin embargo,
aquí el discurso se extendería demasiado para poder continuarlo en este
prólogo. Así, mejor, quedémonos con el libro de Irene Ortiz Gala, que
constituye una importante contribución a una deconstrucción, tanto analítica como
crítica, del concepto de ciudadanía
LO ANTERIOR ESCRITO POR:
Roberto Esposito
ÍNDICE:
PRÓLOGO
Roberto
Esposito
INTRODUCCIÓN
I
LOS
RELATOS DE LA CIUDADANÍA
1.
EL MITO ATENIENSE DE
LA AUTONOMÍA
1.
El
nacimiento de Erictonio
2.
Los
fundamentos de la autoctonía Ateniense
·
Nacer
de la tierra
·
Permanecer
en la tierra
·
La
pólis eterna
1. Consecuencias políticas de la
autonomía ateniense
·
Igualdad
ante la ley
·
Exclusión
de los extranjeros
2
DEVENIR ROMANO MEZCLAR
SU SANGRE
Y SU RAZA CON OTROS
HOMBRES
1.
La
fundación de Roma
2.
Náufragos
en fuga
3.
El
derecho de la ciudadanía romana
·
Lex
lulia y Lex Plautia Papiria
·
La
ciudadanía en el Imperio romano
3
LOS DIOSOS NO
OLVIDAN LA HOSPITALIDAD
EN GRECIA Y ROMA
1.
La
xenía griega
2.
El
hospittium romano
II.
LA
CIUDADANÍA Y SUS MÁRGENES
4.
IUS SOLI Y IUS SANGUINIS CIUDADANÍA
Y ESTADO NACIÓN
1.
La
sangre caduca y el suelo no es fértil
5.
EL RESIDUO DE LA
DIFERENCIA
ESTRATEGIAS DE
DOMESTICACIÓN
1.
La
integración como demanda
2.
La
raigambre como destino
6.
EL REFLEJO MODERNO
DE LA HOSPITALIDAD
1.
Hospitalidad
significa el derecho de un extranjero
a
no ser tratado con hostilidad
2.
Miedo
al <<contagio>>
3.
Muros
y vallas
III.
ABANDONAR
LA CIUDADANÍA
7.
SERES HUMANOS Y
PERSONAS, HOMBRES Y CIUDADANOS
1.
Ciudadanía
y persona
2.
Vida
natural y vida política
3.
Las
vidas no políticas de las no-personas
8.
DAR LUGAR A LA
JUSTICIA
1.
Expropiación
e identidad declinada
2.
El
acontecer de lo impersonal o la tercera persona
9.
LA AGONÍA DE LA
CIUDADANÍA
UNA PROPUESTA
1.
La
abstención de la ciudadanía
2.
Figuras
del exilio:
·
El
refugiado
·
Extranjeros
residentes
A
MODO DE CONCLUSIÓN: LA IMAGINACIÓN POLÍTICA Y EL JUEGO
AGRADECIMIENTOS
Las
vidas no políticas de las no-personas
BIBLIOGRAFÍA
NOTAS
INFORMACIÓN
ADICIONAL
FICHA TÉCNICA:
1
Libro
208
Páginas
En
formato de 14 por 22 cm
Pasta
delgada en color plastificado
Primera
edición 2024
ISBN
9788425449895
Autora
Irene Ortiz Gala
Prólogo
de Roberto Esposito
Editor
Herder
FAVOR DE PREGUNTAR
POR EXISTENCIAS EN:
Correo
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Celular:
6671-9857-65
Gracias
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Quedamos
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Libro EL MITO DE LA CIUDADANÍA
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