lunes, 6 de mayo de 2024

MITO DE LA CIUDADANIA

 

EL MITO DE LA CIUDADANÍA

1 Libro Autora Irene Ortiz Gala

Prólogo de Roberto Esposito

EDITORIAL HERDER

Primera edición

 

LIBRO POR ENCARGO

«Este libro constituye una importante contribución a la deconstrucción, tanto analítica como crítica, del concepto de ciudadanía». (Roberto Esposito) ¿A qué nos referimos cuando hablamos de ciudadanía? ¿Quién puede ser un ciudadano? ¿Qué destino les espera a aquellos que no lo son en el país que residen? Muchas veces las preguntas sencillas encierran temas muy complejos

En este libro, Irene Ortiz despliega una investigación arqueológica en torno a los relatos que permitieron la constitución del dispositivo de la ciudadanía desde los pilares que establecieron Atenas y Roma hasta nuestros días. Con más de dos mil años de distancia, la ciudadanía sigue siendo la herramienta legal que permite al Estado distinguir entre quiénes son «miembros» y quiénes «extraños»

Este ensayo presenta un diagnóstico de la ciudadanía, de su formación y de sus efectos. Sin embargo, no se trata solo de indagar qué papel desempeña el artefacto jurídico de la ciudadanía en la protección de la vida y qué implicaciones tiene en nuestra comprensión del mundo, se trata también de evaluar si esta narrativa puede seguir explicando y dando respuesta a la urgencia de nuestro presente —a los encarcelamientos, a los naufragios, a la violencia legitimada institucionalmente contra quienes no tienen un pasaporte «fuerte». Tal vez sea tiempo de ejercitar la imaginación política y construir nuevos relatos con los que pensar nuevos mundos más justos y habitables

De la prestigiosa colección Herder

EN EL PRÓLOGO:

Desde hace tiempo la filosofía española vive una temporada particularmente creativa. Autores como José Luis Villacañas, Manuel Cruz, Francisco Jaraura o Miquel Seguro han iniciado un dialogo productivo con filósofos franceses, alemanes e italianos compartiendo sus investigaciones de manera mediata y original

En este espacio abierto se sitúa el libro de Irene Ortiz Gala, a quien tuve el placer de conocer en Pisa, durante más cursos en la Scuola Normale Superiore. Desde entonces, ha comenzado una serie de investigaciones de carácter filosófico, político y jurídico, a cuya primera e importante elaboración conducen las siguientes páginas. Sin entrar en el detalle de sus tesis, que el lector podrá descubrir directamente en el libro, quisiera detenerme en algunos presupuestos que inscriben este trabajo dentro de un debate filosófico – político más amplio, desarrollado sobre todo en Francia y en Italia

En el centro de su metodología se encuentra el paradigma arqueológico –o también genealógico- inaugurado por Michel Foucault siguiendo la pista de Nietzsche, que se caracteriza por la relación constitutiva entre origen y actualidad

Esta relación no puede entenderse en el sentido histórico de establecer una continuidad entre pasado y presente, sino que está de alguna forma dentro de ella. En este sentido, el origen no precede la actualidad, sino que está de alguna forma dentro de ella. En este sentido, el origen no constituye un dato cronológico –inencontrable en cuanto tal-, sino una referencia paradigmática que permite activar una mirada crítica sobre el presente. Fuera de este circuito arqueológico, o genealógico –asocio en este caso los dos términos, aunque no son equivalentes-, correríamos el riesgo de adherirnos a la narrativa que el presente hace de sí mismo, sin poder despegarnos de ella. En cambio, a través del paradigma arqueológico, el origen se convierte en el punto en el que el presente –nuestra condición contemporánea- se desdobla, permitiéndonos una mirada crítica sobre sus contradicciones. Así debe entenderse el análisis que Irene Ortiz Gala dedica a Atenas y a Roma, las dos ciudades decisivas en la construcción de nuestra identidad, junto con Jerusalén. De hecho, una referencia más amplia al modelo judío de ciudadanía, diferente de los modelos griego y romano, habría permitido una fructífera expansión de la investigación, porque el desarraigo judío constituye una desconstrucción potencial de la doble raíz griega y romana. Sin embargo, la referencia a Atenas y Roma permite a la autora leer la lógica de la ciudadanía moderna con una capacidad crítica de la que generalmente carece la ciencia política y que solo la filosofía es capaz de implementar Ius sanginis y ius soli, que hoy intervienen de forma alternativa como modelos de ciudadanía, son reconducidos por la autora al desdoblamiento de un único dispositivo, que es aquel, inmunitario, de una inclusión excluyente

El uso del concepto de inmunidad constituye una segunda herramienta que entrelaza la obra de Irene Ortiz Gala con la investigación filosófica contemporánea. Por <<inmunización>> se entiende un modo negativo de gestionar los conflictos, o, mejor aún, el uso de una negación menor para protegerse de una mayor. En la tradición cristiana, en particular en la paulina, el dispositivo inmunitario asume el nombre de katechon. Katechon es un freno que salva de un mal mayor para los cristianos, el Apocalipsis- no enfrentándolo, sino llegando a un acuerdo con él. Así, la soberanía moderna –la que declara al pueblo <<soberano>>- procede de manera <katechóntica> otorga la ciudadanía a los habitantes del Estado, pero los separa tanto interna como externamente  Hannah Arendt –a quien acertadamente se refiere la autora- explica cómo no solo se distingue entre los ciudadanos y los extranjeros, sino que también se divide internamente entre quienes disfrutan de derechos políticos y quienes no los disfrutan o los disfrutan solo en parte. Desde otra perspectiva, filosófica y política. Carl Schmitt sostiene de cada régimen político, antiguo y moderno, incluida la democracia, se une no solo a través de la discriminación contra los ciudadanos de otros estados, sino también contra una parte de sus propios ciudadanos –a los que no considera tales-

Conocemos el desenlace que tuvo esta perspectiva en los años treinta, cuando los ciudadanos discriminados –los extranjeros internos- comenzaron a ser perseguidos y luego masacrados. Pero no debemos pensar que esta separación, dentro del dispositivo de la ciudadanía, pertenece solo a los regímenes totalitarios y al nazi en particular. Esta separación es constitutiva de la idea misma de ciudadanía, fundamentada sobre la categoría de los derechos personales. Sobre estos, Irene Ortiz Gala se refiere a lo que se ha definido como <el dispositivo de la persona>. Contrariamente a lo que se piensa al referirse a la persona como categoría universal, esta, de origen romano y cristiana, no solo en Roma, sino en toda la historia moderna, ha constituido un instrumento de discriminación entre quien era considerado persona a todos los efectos y quien no lo era, llegando, en el caso del esclavo –no olvidemos que la esclavitud fue abolida hace menos de dos siglos-, a ser asimilado a una cosa. En Roma, la persona –cuyo significado original es el de <mascara>- no coincide con el esclavo –no olvidemos que la esclavitud fue abolida hace menos de dos siglos-, a ser asimilado a una cosa. En Roma, la persona –cuyo significado original es el de <mascara>- no coincide con el individuo que la porta. En un estatus, un rol que uno puede tener o no tener, que puede adquirir o perder. No solo los seres humanos, como los esclavos, podían transitar de la esfera del ser humano a aquella de la cosa o viceversa, sino que, en realidad, ningún ciudadano romano, salvo los varones libres y adultos, era propiamente considerado una persona. Los hijos mismos, no solo en la etapa arcaica, estaban sujetos al derecho de vida y de muerte de su padre. En este sentido, la ciudadanía romana, concedida a los pueblos que Roma conquistaba de vez en cuando, implicaba un dispositivo de exclusión que nunca fallaba. Si en Atenas solo eran ciudadanos los habitantes autóctonos, de pura sangre ateniense, además de aptos para realizar el servicio militar, el modelo romano, en el que la ciudadanía no estaba ligada a la sangre, también implica límites y exclusiones

El paradigma que la autora opone al dispositivo de la persona es el de lo impersonal, elaborado de manera indiferente por Simone Wail y Gilles Deleuze. Si el uso del concepto de persona ha separado siempre la humanidad en dos o más niveles superpuestos, la única manera de emanciparse de él es escapar de su sistemática jurídico y/o teológico – política. Naturalmente, la categoría de impersonal, válida para Deconstruir internamente la de persona, tiene un fuerte valor filosófico, pero sigue siendo problemática en un plano propiamente político. ¿Qué sujeto político podría encarnarla? Por otro lado, la crítica de la persona parece inseparable de la crítica del sujeto al que permanece ligada. El mismo sujeto es concebido por la tradición filosófica como dividido en dos niveles, uno corporal y uno intelectual o espiritual, el primero subordinado al segundo. Desde este punto de vista, los conceptos de la tradición metafísica están recíprocamente ligados por una lógica binaria que implica siempre un elemento excluyente. Sin embargo, aquí el discurso se extendería demasiado para poder continuarlo en este prólogo. Así, mejor, quedémonos con el libro de Irene Ortiz Gala, que constituye una importante contribución a una deconstrucción, tanto analítica como crítica, del concepto de ciudadanía

LO ANTERIOR ESCRITO POR:

Roberto Esposito

ÍNDICE:

PRÓLOGO

Roberto Esposito

INTRODUCCIÓN

I

LOS RELATOS DE LA CIUDADANÍA

1.

EL MITO ATENIENSE DE LA AUTONOMÍA

1.

El nacimiento de Erictonio

2.

Los fundamentos de la autoctonía Ateniense

·        Nacer de la tierra

·        Permanecer en la tierra

·        La pólis eterna

1.   Consecuencias políticas de la autonomía ateniense

·        Igualdad ante la ley

·        Exclusión de los extranjeros

2

DEVENIR ROMANO MEZCLAR SU SANGRE

Y SU RAZA CON OTROS HOMBRES

1.

La fundación de Roma

2.

Náufragos en fuga

3.

El derecho de la ciudadanía romana

·        Lex lulia y Lex Plautia Papiria

·        La ciudadanía en el Imperio romano

3

LOS DIOSOS NO OLVIDAN LA HOSPITALIDAD

EN GRECIA Y ROMA

1.

La xenía griega

2.

El hospittium romano

II.

LA CIUDADANÍA Y SUS MÁRGENES

4.

IUS SOLI Y IUS SANGUINIS CIUDADANÍA

Y ESTADO NACIÓN

1.

La sangre caduca y el suelo no es fértil

5.

EL RESIDUO DE LA DIFERENCIA

ESTRATEGIAS DE DOMESTICACIÓN

1.

La integración como demanda

2.

La raigambre como destino

6.

EL REFLEJO MODERNO DE LA HOSPITALIDAD

1.

Hospitalidad significa el derecho de un extranjero

a no ser tratado con hostilidad

2.

Miedo al <<contagio>>

3.

Muros y vallas

III.

ABANDONAR LA CIUDADANÍA

7.

SERES HUMANOS Y PERSONAS, HOMBRES Y CIUDADANOS

1.

Ciudadanía y persona

2.

Vida natural y vida política

3.

Las vidas no políticas de las no-personas

8.

DAR LUGAR A LA JUSTICIA

1.

Expropiación e identidad declinada

2.

El acontecer de lo impersonal o la tercera persona

9.

LA AGONÍA DE LA CIUDADANÍA

UNA PROPUESTA

1.

La abstención de la ciudadanía

2.

Figuras del exilio:

·        El refugiado

·        Extranjeros residentes

A MODO DE CONCLUSIÓN: LA IMAGINACIÓN POLÍTICA Y EL JUEGO

AGRADECIMIENTOS

Las vidas no políticas de las no-personas

BIBLIOGRAFÍA

NOTAS

INFORMACIÓN ADICIONAL

FICHA TÉCNICA:

1 Libro

208 Páginas

En formato de 14 por 22 cm

Pasta delgada en color plastificado

Primera edición 2024

ISBN 9788425449895

Autora Irene Ortiz Gala

Prólogo de Roberto Esposito

Editor Herder

 

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1 comentario:

  1. Libro EL MITO DE LA CIUDADANÍA

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