LA CIENCIA DE LAS (BUENAS) IDEAS
1 Libro Autor Diego Golombek
Editor Siglo Veintiuno
Primera edición 2022
LIBRO POR ENCARGO
Manual
de evidencias para la creatividad,
la
innovación y el pensamiento disruptivo
¿Hay
una ciencia de las ideas?
¿Habrá alguna idea que
merezca no ser
pensada de nuevo?
Elías Canetti
Tu idea tiene cráteres y vierte lavas.
Rubén Darío
Este
libro: LA CIENCIA DE LAS BUENAS IDEAS; es un
apasionado
y documentado
¡Sí!
a esa pregunta, que da incluso un paso más
Existe
una ciencia de las buenas ideas, esas que resuelven problemas y abren caminos
intransitados, una ciencia fundamental no solo para el laboratorio sino para la
vida cotidiana y también para aquellas empresas y proyectos que andan buscando
la innovación que hoy es parte de todo desarrollo exitoso
En
síntesis, una ciencia de la creatividad
Después
de todo, las ideas no vienen de las hadas, de las musas ni de una inspiración
súbita y genial, sino de esa maraña de neuronas y crianza, circuitos y
experiencia que somos los seres humanos
Y
la ciencia ha recorrido un largo camino para identificar algunas reglas del
pensamiento creativo que son predecibles y, por qué no, entrenables
Con
su prosa ligera pero rigurosa, reconocible para sus miles de lectores, Diego
Golombek nos lleva de la mano por la psicología y la neurociencia, la economía,
la filosofía y la inteligencia artificial, con paradas en las drogas
estimulantes, la locura y los secretos de algunos genios de todas las épocas
Y
nos muestra, en pocas palabras, que los famosos momentos Eureka que existen,
claro suelen ser fruto de años de trabajo en un asunto, y que el aburrimiento,
el buen humor, el contacto con la naturaleza, una buena cantidad de horas de
sueño y la asociación libre son grandes aliados para el pensamiento creativo
Que, muchas veces, lo
mejor que se puede hacer
para solucionar un
problema es... no pensar en él
Este
libro: LA CIENCIA DE LAS (BUENAS) IDEAS; que
incluye consejos prácticos para favorecer la creatividad en la vida de todos
los días es una puerta de entrada a eso que nos hace profundamente humanos
Entender
las ideas es asomarnos a la magia del pensamiento
Este
libro (y esta colección)
Yo vivo en una ciudad
que tiene un puerto en la
puerta
y una expresión
boquiabierta
para lo que es novedad
Miguel Cantilo
Ideas,
ideas… Dadme una idea y moveré el mundo. Y crearé obras de arte, y
revoluciones, y recetas de cocina con combinaciones impensadas. Pero… ¿qué son
las ideas? ¿De dónde salen? ¿Por qué hay gente que las derrocha y a otros les
cuesta encontrarlas, aun raspando el fondo de los bolsillos y los cajones? Y,
sobre todo, ¿qué tiene que ver la ciencia con las ideas?
Pues
bien: mucho, todo, todísimo. Aunque nos parezca que puede venir de las hadas,
las musas, los duendes o los infiernos, el pensamiento creativo sigue reglas
que hasta pueden ser predecibles y, por qué no, entrenables. ¿Un gimnasio para
las ideas? ¿Por qué no?
Por
supuesto que esta creatividad depende de muchos factores: del cerebro, esa
madre de todas las batallas, sin duda, pero también de nuestra propia
curiosidad, de nuestras experiencias, del ambiente y la educación y… del
trabajo, de mucho trabajo. Por más que podamos ilusionarnos con momentos
“eureka” e iluminaciones repentinas, no necesariamente hay tanto secreto en eso
de pensar más allá de lo establecido, en juntar retazos de la realidad para
lograr un collage novedoso y original. Hay tantas formas de armar rompecabezas
como piezas en la caja (en realidad, muchas más)
El
misterio de las ideas y la creatividad interesó a la ciencia desde hace rato.
¿Sería un área del cerebro? ¿Una herencia familiar indeclinable? ¿Algo
exclusivo de la especie humana? Y, en particular: ¿podremos hacer experimentos
sobre la creatividad? Más aún… ¿medirla? Todas preguntas absolutamente
científicas, que merecen
ser
pensadas, merecen sus laboratorios específicos y, esperamos, merecen un libro. ¿Y
quiénes son estos creativólogos? Pasen y vean: allí están la psicología y la
neurociencia, como corresponde, pero también la antropología, la economía y
hasta la filosofía y la inteligencia artificial.
En
esta maraña de neuronas y crianza, de circuitos y de experiencia, en algún lado
están firmemente escondidas las ideas, y es tarea de detectives encontrarlas.
Allí
tenemos como ejemplo a los artistas: quizá sean pintores, escritoras, poetas,
músicos y bailarinas quienes escondan el secreto de las ideas. Pues ¡a
estudiarlos!, y ver si es una cuestión de escuela o de genio, de edad o de
experimentación. Hurguemos en sus familias, en sus costumbres y en sus horarios
de trabajo; quizá encontremos allí alguna clave. Tal vez sus cerebros sean
capaces de mayor asociación entre áreas y conceptos, o áreas infladas de
creatividad… y esto no sea algo tan exclusivo de los artistas, esos
ilusionistas que hacen al mundo girar y girar. ¿Qué hacemos nosotros, resto del
mundo, prosaicos en nuestra búsqueda de la novedad y la idea brillante? Hay quienes
dicen que el secreto puede estar en probar nuevos caminos: saborear una fruta
de nombre impronunciable, escribir con las dos manos, ser un experto en sudoku,
perderse en un bosque o aprender a hablar arameo antiguo. ¿Será así? ¿Habrá un
“efecto derrame” de intentar nuevas experiencias y, como consecuencia,
crearlas?
Sin
ánimo de spoilers… no parece ser tan así. Bienvenidas las nuevas habilidades,
pero no necesariamente son el camino directo a la iluminación creativa. Pero
¡ánimo!, la ciencia tiene una respuesta o, en realidad, unas cuantas. Solo para
animar la curiosidad (y tener ganas de seguir leyendo el libro), el buen humor
ayuda (ya que activa áreas de asociación en el cerebro, como la corteza
cingulada anterior), así como un buen y reparador sueño, o darnos el lujo del tiempo
necesario para ser creativos, entre muchos otros consejos con sello de ciencia
(o sea, validados por experimentos y deducciones lógicas, aunque a veces
funcionen mucho mejor en el laboratorio que en la vida real).
De
todo esto, y mucho más, trata esta ciencia de las ideas; de no quedarnos inmóviles esperando que caigan como
manzanas, sino de ir a buscarlas, con un poco de ciencia como aliado. Allá
vamos. Que la ciencia, y las ideas, los acompañen
Esta
colección de divulgación científica está escrita por científicos que creen que
ya es hora de asomar la cabeza por fuera del laboratorio y contar las
maravillas, grandezas y miserias de la profesión
Porque
de eso se trata: de contar, de compartir un saber que, si sigue encerrado,
puede volverse inútil
Ciencia
que ladra no muerde. Solo da señales de que cabalga
LO ANTERIOR ESCRITO POR:
Diego Golombek
ÍNDICE:
Este
libro (y esta colección)
Prólogo
Gerry
Garbulsky
Introducción
Ideas
bajo la uña
1.
¿De
qué hablamos cuando hablamos de creatividad?
La
punta de la lengua
Yo
pronuncio tu nombre…
La
otra noche te esperé bajo la lluvia 10 000 horas
Pero
entonces… ¿por qué hay gente más creativa
que otra?
¿Cuánto
vive una idea?
2.
Aquí
me pongo a crear
El
arte de la elegancia (creativa)
La
grieta: divergentes versus convergentes
A.
L. V. y F. (Asociación Libre de Velas y Fósforos)
Fluir
no cuesta nada
La
flecha del tiempo (creativo)
Dragones,
llamas que bailan y una tabla
para
contenerlos a todos
Y
un poco de innovación
Las
recetas de las ideas
Crear
jugando
Dices
que quieres una revolución…
3.
Del
cerebro y nada más que del cerebro…
De
imaginaciones y poderes
Por
qué existe algo en lugar de nada
Y
ahora sí, el cerebro creativo
La
inteligencia se divierte
El
pequeño cerebro
El
silencio es salud creatividad
Creatividad
química en el cerebro
4.
Tenemos
nuestros métodos
El
pueblo de los opios
Embalado
en la locura del alcohol, y la amargura
La
cucaracha ya no puede caminar…
Cosmética
cognitiva: la era de los nootrópicos
Are
you experienced?
Interludio.
La máquina de las ideas
5.
UN LIBRO QUE DA CONSEJOS
1.
Dejarse
vagar
2.
¿Atletismo
mental?
3.
La
tormenta perfecta
4.
Ideas
en la oficina
5.
Pensar
dentro de la caja
6.
Caminante
no hay camino, se hacen ideas al andar
7.
Meditar
8.
Un
poco de desprolijidad estimula y sienta bien
9.
El
buen humor, ante todo
10.
Dormir
y no dormir: esa es la cuestión
11.
El
lado oscuro de las ideas
12.
Vivir
afuera
13.
Pensar
rápido
14.
Tener
más pasatiempos
15.
Beber
con moderación
16.
Aburrirnos
17.
Azul,
es que este amor es azul como el mar azul
18.
Ir
en contra del reloj
19.
Bañarse
20.
Get
back
En
resumen
6.
Creadores
Una
ventana a las mentes creadoras
A
desaprender
Los
excéntricos Tenenbaums…
La
inteligencia se mide en la cancha
(Muy)
pequeño diccionario de creadores
7.
La
enfermedad de las ideas
La
piedra de la locura
La
tragedia de las ideas
De
la melancolía a la creación, ida y vuelta
El
espectro del síndrome
La
distracción de las ideas
Morir,
dormir; dormir, tal vez soñar…
La
enfermedad sagrada
Entonces,
creatividad y salud mental… ¿sí o no?
Epílogo.
La imaginación al poder (y a la ciencia,
y
a las aulas, y a la vida)
Bibliografía
comentada
FICHA TÉCNICA:
1
Libro
224
Páginas
En
formato de 15.5 por 23 por 1.15 cm
Pasta
delgada en color plastificada
Primera
edición 2022
ISBN
978987801998
Autor
Diego Golombek
Editor
Siglo XXI
FAVOR DE PREGUNTAR
POR EXISTENCIAS EN:
Correo
electrónico:
Celular:
6671-9857-65
Gracias
a Google por publicarnos
Quedamos
a sus órdenes
=
= = = = = = = = = = = =
Libro LA CIENCIA DE LAS (BUENAS) IDEAS
ResponderEliminar¿QUIEN ES EL AUTOR DIEGO GOLOMBEK?
Es doctor en Ciencias Biológicas por la UBA. Se desempeña como profesor plenario en la U de SA y profesor titular en la UNQUI, donde dirige laboratorios especializados en cronobiología (el estudio de los ritmos y relojes biológicos), y es investigador superior del Conicet. Fue presidente de la Sociedad Argentina de Neurociencias y coordinador del Programa Nacional de Popularización de la Ciencia y la Innovación.
Tiene una reconocida trayectoria como divulgador de la ciencia en diversos ciclos televisivos y medios gráficos. Es autor de varios libros y uno de los organizadores de TEDxRíodelaPlata
Libro LA CIENCIA DE LAS (BUENAS) IDEAS
Libro LA CIENCIA DE LAS (BUENAS) IDEAS
ResponderEliminarDE LO ESCRITO EN EL PRÓLOGO:
Nuestra experiencia está repleta de ideas, propias y de otras personas. Las ideas nos permiten resolver los desafíos que nos plantea la vida todos los días, desde los más chiquititos hasta los profundos y los existenciales. Las ideas nos permiten seguir vivos o, al menos, conseguir que esa persona que nos gusta nos preste atención. Nuestras ideas nos distinguen de otros animales e hicieron (para bien o para mal) que dominemos el mundo. A pesar de que una idea no alcanza para cambiar la realidad, todo cambio en nuestro entorno nació con una idea
Listo. Ya entendí. Me convenciste. Las ideas son importantes en nuestras vidas. Seguí
También podemos reconocerlas fácilmente por su forma de sorprendernos. Sin vacilar las nombramos: “Che, ¡qué buena idea!”
Sin embargo, no es obvio cómo podemos definir qué es una idea. Y mucho menos cómo nuestra mente se las arregla para generarlas de manera tan prolífica
Espera. Si nos enfocamos en definiciones y en explicar los mecanismos neuronales de las ideas, ¿no vamos a destruir toda su poesía, toda su belleza?
Es acá donde, como hace todo buen texto de ciencia, vamos a citar a Richard Feynman. Ricardo (como lo llamamos aquellos a los que nos habría gustado ir a almorzar con él) cuenta que tiene un amigo artista que, sosteniendo una flor, le dice: “Mirá qué bella es esta flor. Yo, como artista, puedo ver esa belleza. Ustedes, los científicos, la desarman, ven cada parte y se transforma en algo aburrido”
Ricardo responde: “La belleza que vos ves está accesible para todos
Libro LA CIENCIA DE LAS (BUENAS) IDEAS
DE LO ESCRITO EN EL PRÓLOGO:
Libro LA CIENCIA DE LAS (BUENAS) IDEAS
ResponderEliminarDE LO ESCRITO EN EL PRÓLOGO:
A pesar de que no tengamos la sofisticación estética de un artista, podemos apreciarla. Pero al mismo tiempo puedo ver mucho más que lo que ves vos, amigo artista. Me imagino las células y sus interacciones, que también tienen su belleza a escala microscópica, que vos no ves. Veo la estructura interna y sus procesos. Sé que los colores de las flores evolucionaron para atraer a los insectos para que las polinicen. Y eso es interesante porque significa que los insectos ven los colores. Y me dispara la pregunta de si la capacidad de apreciar la estética está presente en otros animales. Todas estas son preguntas interesantes que el conocimiento científico agrega al asombro y la fascinación de mirar una flor. Todo esto suma. No veo cómo podría restar”
La ciencia se mete cada vez en más cosas. Lo que parecía más alejado de su alcance se va acercando y, cuando la ciencia está lo suficientemente cerca y echa luz, nos permite entender cómo funciona el mundo y conocernos un poco más
En los últimos años se ha metido en el mundo de las ideas. Todavía tiene más preguntas que respuestas, pero ya nos muestra algo de nosotros mismos que hasta hace poco no podíamos ver
Seguiremos asombrados por la belleza de la flor y por una gran idea que escuchamos, pero también nos asombrará conocer los mecanismos celulares de los colores de esa flor y los mecanismos cerebrales de tan brillante idea
De eso se trata este libro de Diego
Que lo disfrutes
Gerry Garbulsky
Libro LA CIENCIA DE LAS (BUENAS) IDEAS
DE LO ESCRITO EN EL PRÓLOGO
Libro LA CIENCIA DE LAS (BUENAS) IDEAS
ResponderEliminarDE LO ESCRITO EN LA INTRODUCCIÓN
Ideas bajo la uña
¡Ay, cómo una idea fija me ha entrado en una uña!
César Vallejo
Pero… ¿hay una ciencia de las ideas? Es más, ¿hay una ciencia de las buenas ideas? La ciencia, se sabe, es una manera particular de ver y entender el mundo, de conocernos a nosotros mismos, de comprender por qué hacemos lo que hacemos. Y entre eso que hacemos, ahí están, a veces en forma de inundación y casi siempre en gotitas que retacean su hermosura… las ideas
Una idea, en su acepción más simple, es la representación mental de algo, un objeto, un pensamiento abstracto, la tabla del 7, la Quinta sinfonía de Beethoven, un verso de Gabriela Mistral. De alguna manera, una idea es una imagen del mundo; de ahí su nombre del griego, “forma o apariencia”, que parece venir de un lejano eidos: “yo vi”. Las ideas nos permiten soñar, construir, imaginar. A veces aparecen de cuerpo entero; otras, son retazos que aprendemos a completar; muchas otras veces se nos escapan antes de que podamos vislumbrar de qué se trata. Peor aun cuando intentamos compartirlas, ponerlas en palabras, como escribe la poeta española
Rosalía de Castro:
[Entre] La palabra y la idea… Hay un abismo
Entre ambas cosas, orador sublime:
Si es que supiste amar, di: cuando amaste,
¿No es verdad, no es verdad que enmudeciste?
Las ideas nos acompañan desde que somos humanos y, sin duda, desde mucho antes en términos evolutivos. Sí: podemos pensar que cuando un organismo aprende una relación, imagina el mundo y sus posibilidades, tiene una idea que, por ejemplo, le permite escapar, abrir una nuez, camuflarse frente al peligro, mostrarse coqueto frente al sexo opuesto. Claro que los Homo sapiens hemos llevado esta capacidad ideística hasta extremos poco conocidos en la naturaleza, a través del arte, la invención de la tecnología o el perfeccionamiento del lenguaje. Así, hemos aprovechado esa capacidad de generar ideas para inventar la creatividad, esa magia de desarrollar la novedad a partir de lo que tenemos enfrente. Porque crear quiere decir exactamente eso: engendrar, producir, crecer. Según los antropólogos, las primeras evidencias claras de creatividad humana son de hace unos cuarenta mil años, con las pinturas de grafitis primitivos o la producción de algo parecido a herramientas. Por esa época se supone que los humanos fueron colonizando Europa desde África, y allí comenzaron a agruparse en sociedades, dibujar en piedras y paredes, rendir homenaje a los muertos en funerales bastante complejos, inventar la música y el amor romántico.
Podemos trazar una historia evolutiva de esta creatividad, que coincide a grandes rasgos con el aumento del volumen cerebral en primates y homínidos. Quizá todo comience con el tallado o el uso de piedras como armas y como cuchillos primitivos. O con los restos de cenizas que indican algún dominio del fuego por nuestros antecesores homínidos. Pero desde hace unos doscientos mil años, los primeros humanos ya tenían ideas más complejas, como calentar la comida o los materiales. Nunca sabremos del todo de dónde vinieron estas ideas revolucionarias: de individuos, de grupos, de observar la naturaleza para imitarla, de momentos eureka en la prehistoria
Libro LA CIENCIA DE LAS (BUENAS) IDEAS
DE LO ESCRITO EN EL PRÓLOGO
Libro LA CIENCIA DE LAS (BUENAS) IDEAS
ResponderEliminarDE LO ESCRITO EN EL PRÓLOGO
O quizá, por qué no, de alguna imaginaria cultura lejana, como les ocurre a Moon-Watcher y sus mono-humanoides cuando se enfrentan a la Nueva Roca que vino del espacio:1 Otros hicieron cosas más extrañas y todavía más anodinas
Algunos extendieron sus brazos en toda su longitud e intentaron tocarse las yemas de los dedos… primero con ambos ojos abiertos y luego con uno cerrado
Obedeciendo las silenciosas ordenes que oía en su cerebro, Moon-Watcher arrojó una piedra con torpe impulso de volea
1 Se trata, por supuesto, de 2001. Una odisea espacial, de Arthur C. Clarke
[…] El mazo de piedra, la sierra dentada, la daga de cuerno y el raspador de hueso… tales eran las maravillosas invenciones que los mono - humanoides necesitaban para sobrevivir
[…] Ahora él era el amo del mundo, y no estaba del todo seguro sobre qué hacer a continuación. Mas ya pensaría en algo
Las ideas son, y fueron, algo mágico. Como dice el mismo autor de los párrafos anteriores, Arthur C. Clarke, “toda tecnología avanzada es indistinguible de la magia”, y está claro que tiene razón. Abrir una canilla y que salga agua, encender una pantalla y que aparezcan siluetas danzando, volar por sobre las nubes… son magias, ya cotidianas, pero magias al fin. Podríamos pensar que a la ciencia no le gusta la magia, pero en realidad es todo lo contrario: le fascina, sobre todo por el hecho de comprenderla, asirla entre sus dedos de laboratorio para poder imitarla y, quién sabe, superarla. Entender algo desde la ciencia es, en el fondo, profundamente mágico y, sin duda, de una belleza íntima y secreta. Entender las ideas es, entonces, asomarnos un poco a esa magia del pensamiento, a lo que nos lleva a crear todo el tiempo, a ser humanos. Ojo, a todos los humanos y humanas: veremos que la creatividad no es algo para pocos, sino que todos estamos en condiciones de crear y generar (buenas) ideas
Sí, hay una ciencia de las ideas, y aquí es donde empezamos a deshechizarla
¿De dónde salen las ideas?
En principio, podemos asumir que hay un proceso común a la generación de ideas; si tuviéramos una ciencia diferente para cada tipo de ideas… este libro sería una enciclopedia de varios tomos
Quizá debamos tomar un enfoque histórico, analizando a grandes creadores del pasado, y buscar un hilo en común. No se preocupen, ya lo haremos
Lo que resulta claro es que las ideas suelen ser acumulaciones de datos que están ahí, al alcance de la mano, pero son pocos los dedos que se dan cuenta. Una vez que se generan, el diario del lunes nos dice que era obvio, que cómo no se me ocurrió a mí, que era solo cuestión de pensarlo distinto. También es cierto que nuestra cultura es en general bastante conservadora para con las novedades (“una expresión boquiabierta para lo que es novedad”):2 el mundo suele desaprobar lo distinto y a los distintos. Así, hay que encontrar las grietas por donde colar nuestras ideas nuevas, que muchas veces son efectos secundarios de nuestra actividad principal
Libro LA CIENCIA DE LAS (BUENAS) IDEAS
DE LO ESCRITO EN EL PRÓLOGO
Libro LA CIENCIA DE LAS (BUENAS) IDEAS
ResponderEliminarDE LO ESCRITO EN EL PRÓLOGO
En un texto poco conocido de 1959, llamado justamente “Cómo la gente tiene nuevas ideas”, Isaac Asimov aconsejó a una compañía creada a partir del Instituto de Tecnología de Massachusetts: 3
La persona qué más probablemente tenga nuevas ideas es aquella con una base sólida en su campo de interés y poco convencional en sus hábitos. […] Una vez que los tenemos, la próxima pregunta es: ¿queremos juntarlos, así discuten el problema juntos, o les informamos por separado del problema y dejamos que trabajen aisladamente?
Creo que, en lo que se refiere a creatividad, se requiere aislamiento. La persona creativa estará, en todo caso, trabajando en el problema de manera continua. Su mente está barajando información aun cuando no sea consciente de ello. La presencia de otros puede inhibir este proceso, dado que la creación es a veces un poco embarazosa. Por cada buena idea que tengamos, hay cien, diez mil ideas estúpidas, que naturalmente no queremos compartir con otros
Sin embargo, una reunión puede ser deseable por otros motivos, más allá de la creación misma. No existen dos personas con el mismo almacenamiento mental. Uno puede conocer A y no B, otro B y no A, y, al conocer ambos hechos, A y B, las dos personas pueden generar la conexión y la idea (aunque no necesariamente al mismo tiempo o con rapidez)
Libro LA CIENCIA DE LAS (BUENAS) IDEAS
DE LO ESCRITO EN EL PRÓLOGO
Libro LA CIENCIA DE LAS (BUENAS) IDEAS
ResponderEliminarDE LO ESCRITO EN LA INTRODUCCIÓN
Como en todos los campos, el asunto es ponerse de acuerdo en cómo presentar, combinar y dejar fluir ideas. Por supuesto, no todas las visiones (en el sentido ideal de “yo vi”) son particularmente
innovadoras (en el sentido de “generar algo nuevo”). La cuestión
2 Miguel Cantilo, “Yo vivo en una ciudad”
3 Disponible en www.technologyreview.com/s/531911/isaac-asimov-askshow-do-people-get-new-ideas
es entender cómo unir los puntos de las ideas para originar una constelación que se entienda, que ilumine de manera diferente: la ciencia es, en todo caso, seguir el trazo que une esos puntos
De eso trata este libro, de unir los puntos, como en aquellos juegos de infancia en que no podíamos adivinar qué dibujo se escondía hasta pasar metódicamente el lápiz por todos ellos y, por fin, como las buenas ideas, allí aparecían el ratón Mickey, una escena tropical con cocoteros o una nave espacial. Siempre habían estado ahí, pero debimos juntar las pistas para descubrirlos
Luego de esta breve introducción al mundo de las ideas, trataremos de ponernos de acuerdo en cuanto a la definición de la creatividad (y veremos que no es tan obvio). De acuerdo o no, luego repasaremos la historia de la ciencia de las ideas: quiénes, cómo y por qué pensaron que debía haber un método, un secreto escondido detrás de la mente que crea. Claro, si hablamos de la mente, hablamos también del cerebro, y allí está ocupando su trono en el cuarto capítulo, que intenta responder cuáles son las bases neurales de la creatividad. Todo esto nos lleva a los métodos de las ideas: recetas con ingredientes y pasos para gestarlas e incubarlas, sin garantía de éxito absoluto, pero es un buen comienzo
(Sí, hay un pequeño regalo escondido en el interludio)
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DE LO ESCRITO EN LA INTRODUCCIÓN
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ResponderEliminarDE LO ESCRITO EN LA INTRODUCCIÓN
Quizá el capítulo “Un libro que da consejos” sea uno de los centrales para los lectores que buscan al amigo que les diga qué hay que hacer para tener (buenas) ideas de una vez por todas. Allí habrá sorpresas, como que el aburrimiento, los bosques o el sueño pueden ser de nuestros mejores aliados creativos
Pero hay algo que es cierto: existe gente que va por la vida derrochando ideas, como si fuera lo más natural del mundo. Hablaremos de esa (un poco odiosa) gente, y trataremos de escudriñar sus secretos. ¿Será que entre esos secretos hay una relación entre la creatividad y la enfermedad mental? Al menos, eso suelen decir las revistas que leemos en la peluquería o en la sala de espera del dentista, y vale la pena entender cuánto tiene esto de mito y, acaso, si hay algo de verdad
Todo esto desemboca en un epílogo que intenta recapitular lo aprendido de esta ciencia de las ideas, aplicarlo en la escuela y en la cocina, disfrutar cuando aparecen y cuando juegan a las escondidas, como en una danza:
Las ideas que en ronda silenciosa
daban vueltas en torno a mi cerebro,
poco a poco en su danza se movían
con un compás más lento.4
Los invitamos a la danza de las ideas
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DE LO ESCRITO EN LA INTRODUCCIÓN
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ResponderEliminar= LA CIENCIA ES ESO QUE NOS PASA MIENTRAS ESTAMOS OCUPADOS HACIENDO OTRAS COSAS
= LAS NEURONAS DE DIOS
= EL PARRILLERO CIENTÍFICO
LIBROS PUBLICADOS DE LA AUTORÍA DE DIEGO GOLOMBEK
QUIEN ES DIEGO GOLOMBEK
ResponderEliminarDiego Golombek es licenciado y doctor en Biología de la Universidad de Buenos Aires. Es investigador superior del CONICET, profesor plenario en la Universidad de San Andrés y profesor titular en la Universidad Nacional de Quilmes (donde dirige los laboratorio del Tiempo y de Cronobiología)
Fue Director Ejecutivo del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) y presidente de la Sociedad Argentina de Neurociencias. Ha publicado alrededor de 20 libros y realizado ciclos televisivos y exposiciones interactivas. Recibió, entre otros, el premio nacional de ciencias “Bernardo Houssay”, la beca Guggenheim, el premio Konex de Platino en comunicación, el premio IgNobel, el premio Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias y el premio "Public Understanding of Science" de la Third World Academy of Sciences (TWAS)
QUIEN ES DIEGO GOLOMBEK
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